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Vodafone retrasa las inversiones en el nuevo móvil

El móvil de tercera generación se hará esperar. Lo ha dicho en voz alta Chris Gent, presidente de Vodafone. En una entrevista con The Wall Street Journal, el presidente de la mayor telefónica europea señaló que, aunque su compromiso es introducir el UMTS en el segundo semestre de 2000, no le sorprendería que no llegara hasta 2003. La empresa ha rebajado ya su inversión para la construcción de estaciones base para esta tecnología.

Gent dijo al rotativo estadounidense que no habrá aparatos móviles con los que ofrecer la telefonía de tercera generación a tiempo, por lo que lo más probable es que no se empiecen a ofrecer estos servicios hasta 2003, y no a mediados de 2002 como era su intención.

A falta de una tecnología apropiada, la empresa va a retrasar sus inversiones destinadas a esta telefonía en el Reino Unido y otros países (en España también tiene una licencia a través de Airtel) donde ha resultado adjudicataria de este servicio. Gent dijo que este año el grupo construirá en el Reino Unido 750 estaciones base para la tercera generación de móviles, y no las 1.200 previstas.

En resumen, Vodafone, que ha pagado 13.000 millones de libras (3,5 billones de pesetas) por hacerse con las concesiones y había comprometido inversiones de otros 10.000 millones (2,7 billones de pesetas) más en los próximos cuatro años, no invertirá la totalidad de los 5.000 millones de libras correspondientes a este ejercicio para construir la red de telefonía, sino que se prevé que sean 1.000 millones de libras menos.

El portavoz de Vodafone salió rápidamente ayer a reformular las declaraciones de Gent: "No decimos que la telefonía UMTS se retrase definitivamente a 2003, sólo ocurrirá si faltan los aparatos".

Pero hay precedentes. La operadora japonesa NTT Docomo ya ha pospuesto el lanzamiento de su telefonía de tercera generación y en España el Gobierno ha suavizado las condiciones del concurso y aplazado hasta junio de 2002 el despliegue de la red.

La Bolsa ha tomado nota de lo que Gent ha dicho por primera vez. A pesar de que los analistas consideran que es bueno que Vodafone no acelere el gasto, sus acciones se vieron castigadas en Bolsa con una caída del 4,6%. Y no fue el único título afectado.

Efecto dominó

También la trayectoria de sus proveedores tuvo ayer un recorrido a la baja: Ericsson (-3,9%), Siemens (-3%), Nortel (-0,13% a media sesión) y Nokia (-6,5%), empresas que están construyendo la red de la telefónica, registraron severas caídas. Alcatel (-3%) y Marconi (-5%), que fabrican equipamientos del UMTS, también recogieron pérdidas.

Y si las perspectivas del futuro del móvil son difusas, según las palabras de Gent, su presente no es mejor. El mercado de móviles está prácticamente saturado y los resultados de las compañías han sido malos. Ericsson, Norte, Nokia, Lucent, Marconi y Alcatel han anunciado planes de reducción de empleo que afectan a 67.500 trabajadores.

La sueca Ericsson presentó ayer unos resultados trimestrales donde se recogen pérdidas brutas de 5.300 millones de coronas (94.953 millones de pesetas, 570,7 millones de euros), cuando el año anterior tuvo unos beneficios de 6.700 millones de coronas. Las cifras de este ejercicio excluyen unas provisiones de 15.000 millones de coronas para el plan de recorte de plantilla, que, en el caso esta firma, anunció que afectaría a 20.000 trabajadores.

Desde Ericsson se dijo ayer que lograr beneficios en el negocio de los teléfonos este año será "todo un reto". El presidente ejecutivo de la empresa, Kurt Hellstroem, se lamentó: "Todo el mundo habla de inversiones pero no está ocurriendo nada. No vemos mejoras". El 13% de la facturación de Ericsson, que ha caído un 3% (62.800 millones de coronas, 1,12 billones de pesetas), proviene del mercado del móvil. Esta división ha tenido pérdidas operativas de 4.600 millones de coronas (82.369 millones de pesetas) al caer las ventas un 39%.

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