La lira turca se hunde por la desconfianza hacia el Gobierno
La calma relativa que ayer vivió Argentina trasladó el foco de atención de los mercados emergentes a Turquía, donde la desconfianza de los inversores hacia el Gobierno de Bulent Ecevit se puso de manifiesto en la subasta de deuda que llevó a cabo el Tesoro turco.
El Gobierno quería subastar 300 billones de liras en títulos a siete meses, pero sólo consiguió colocar en el mercado 45,8 billones pagando un tipo de interés del 104,89%. El alto coste de esta colocación de deuda añade presión a la subasta del próximo día 24 y hace surgir dudas sobre la capacidad de Turquía de hacer frente al pago de su deuda externa.
El Gobierno debe pagar este mes 5,150 billones de liras en deuda doméstica y 483.500 millones de dólares (93,7 billones de pesetas) en deuda externa.
Estas dudas renovadas sobre la cohesión interna del Gobierno y la capacidad del pago de la deuda hundieron la lira hasta mínimos históricos frente al dólar. La divisa turca cerró ayer a 1.457.600 unidades frente al billete estadounidense.
Desde que el Gobierno estableció la libre flotación de la lira, en febrero pasado, la divisa se ha depreciado un 53% y sólo en la jornada de ayer perdió un 8% de su valor. La moneda turca se encuentra ahora en los mismos niveles que el pasado diciembre provocaron la masiva intervención del banco central y, más tarde, la fuga de miles de millones de dólares del país.
El nerviosismo de los inversores respecto a las economías emergentes es evidente en el caso de Turquía y Argentina. Pero otros mercados, como Indonesia, también están sometidos a presión. El Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció ayer que reanudará a mediados de agosto los desembolsos al país, suspendidos el pasado diciembre, por 400 millones de dólares (77.520 millones de pesetas). Con ello, el FMI esperará a conocer el resultado del procesamiento del presidente, Abdurrahman Wahid, antes de reiniciar las ayudas.