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El apoyo político al plan de ajuste da un respiro a Argentina

La firma de un acuerdo fiscal con los gobernadores provinciales del peronismo ha dado un respiro al Gobierno y a los mercados argentinos. El riesgo-país cayó más de 100 puntos, en tanto que la Bolsa repuntaba un 4,85%. Sin embargo, los sindicatos rechazan las reducciones salariales y mañana realizarán un paro de 24 horas. Para algunos analistas se trata apenas de un alivio, condicionado al futuro de la recuperación económica.

Los mandatarios peronistas de 14 provincias firmaron ayer por la tarde un documento en el que avalan el principio del déficit cero de las cuentas públicas de Argentina. De esa manera, el presidente Fernando de la Rúa ha logrado frenar el pánico de los mercados, a través de un relativo fortalecimiento político de su Gobierno.

El gobernador de Buenos Aires, Carlos Ruckauf, aclaró que "cada uno de nosotros tomará en su provincia las decisiones que considere adecuadas, ya que la reducción de salarios y pensiones es responsabilidad del Gobierno nacional". Así, quien fuera vicepresidente con Carlos Menem y hoy gobernante de la principal región del país trató de evitar que la firma del acuerdo se tome como un apoyo irrestricto al debilitado Ejecutivo de la Alianza.

Pero el mercado recibió esperanzado el mensaje de respaldo del peronismo. El riesgo-país cayó más de 140 puntos, pasando de 1.640 a 1.499 puntos. La Bolsa subió el 4,85% y el precio de los bonos de la deuda se recuperó alrededor del 6%. El acuerdo llegó después de que el ministro de Economía, Domingo Cavallo, y el propio De la Rúa aceptaran pagar todos "los reclamos debidamente acreditados de las provincias a la Nación" y abonarlos gradualmente para "hacer viable el déficit cero" en las cuentas fiscales. En realidad, el pacto sobrevino una vez que los bancos aceptaron adelantar el pago de 500 millones de dólares correspondientes a 2002 y 2003, para que el Gobierno nacional los destine a las provincias para que éstas puedan abonar los sueldos y la paga extraordinaria de junio. æpermil;se fue el eje que permitió destrabar las duras negociaciones iniciadas el viernes y finalizadas el lunes por la tarde.

Apenas conocido el respaldo de los gobernadores, las tres centrales sindicales del país convocaron una huelga de 24 horas para mañana. De esa manera, los sindicatos quieren repudiar la reducción de 13% en salarios y pensiones de los trabajadores y jubilados estatales, y apoyar la huelga que hoy realizan los empleados del sector. En las filas de la Unión Cívica Radical (UCR) y del Frente País Solidario (Frepaso), integrantes de la Alianza de Gobierno continuaron con las muestras de descontento por el nuevo ajuste. El peronismo, como partido, tampoco dio su visto bueno, ya que carece de unidad interna y su presidente, Carlos Menem, está preso y procesado por tráfico de armas. Esto hace que economistas y analistas observen la mejoría del mercado como transitoria e inestable.

El déficit cero conforma a los acreedores, pero el ajuste podría agravar la depresión económica, que dura ya tres años. "Lo único que puede esperarse es más crisis política y social", estimó el analista Ricardo Rouvier. Su opinión es que, por su debilidad, "el Ejecutivo va a encarar esta política económica con pocas posibilidades de éxito". El impacto sobre el mercado de las huelgas de hoy y mañana será una prueba para el futuro del Gobierno.

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