Aznar rechaza destinar medio billón más a la financiación autonómica
El presidente del Gobierno, José María Aznar, advirtió ayer que las peticiones de PSOE y CiU para incrementar los fondos destinados a la financiación autonómica sólo se pueden satisfacer con un incremento de los impuestos o un recorte en los gastos de inversión, asunto que "no llevará a cabo el Ejecutivo".
Las espadas siguen en alto en la negociación del nuevo modelo de financiación autonómica, que deberá entra en vigor a partir de 2002. Ayer, el presidente del Gobierno, José María Aznar, reiteró el "gran interés" del Ejecutivo en lograr un acuerdo "global y estable", basado en los principios de suficiencia, corresponsabilidad y solidaridad, pero advirtió a nacionalistas y socialistas que sus planteamientos son incompatibles con el mantenimiento del equilibrio presupuestario a largo plazo.
Las cifras que debe poner Hacienda son uno de los mayores obstáculos para alcanzar un acuerdo con el PSOE. El Gobierno ha ofrecido un incremento de 300.000 millones de pesetas sobre los actuales ocho billones anuales, pero los socialistas lo consideran insuficiente y reclaman al menos 450.000 millones para que el modelo salga adelante. El PSOE también critica que la oferta del Ejecutivo incluya la financiación complementaria al traspaso de la sanidad en las 10 comunidades que aún no la tienen transferida, ya que, de no culminar ese traspaso el próximo año, la cifra ofertada se verá reducida. La oposición también califica de "errático el criterio de reparto", puesto que, según sus cálculos, algunas comunidades socialistas, co-mo Aragón y Asturias, no ganarán nada en sanidad y Andalucía "puede perder".
Aznar respondió ayer a las críticas y rechazó las compensaciones económicas de las tres comunidades que no participaron en el anterior modelo (Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura), que reivindican las liquidaciones correspondientes a 1997 y 1998. "Esas comunidades pudieron ganar un dinero participando en un sistema y no lo ganaron porque no quisieron; así que ahora no se les debe nada", remachó Aznar. El presidente también rechazó con ironía la aspiración catalana de disponer de 400.000 millones de pesetas más en el nuevo modelo. "Esto no es como ir al armario y sacar 500.000 millones para ponerlos en la mesa".
Aznar afirmó que el Gobierno no pone dinero, sino que se lo tiene que pedir a los ciudadanos, e instó al Ejecutivo catalán y al PSOE a que aclare las fuentes de donde se puede obtener ese montante. "¿De dónde los saco?, ¿subo el IRPF, el IVA, retiro inversiones en educación?", se preguntó el presidente.
Aznar vinculó cualquier aumento al crecimiento económico y afirmó que el equilibrio presupuestario es "imprescindible" para un sistema que estará descentralizado en un 60%, entre comunidades y ayuntamientos. En los mismos términos se expresaron el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y el secretario general del PP, Javier Arenas.
Arenas advirtió que el PP "no va a someter a la sociedad a un incremento de los impuestos para alcanzar un acuerdo con el PSOE". Montoro, después de vincular gasto y tributos, afirmó que deben ser las comunidades que quieran gastar más las que lleven adelante una subida de impuestos.
Los socialistas presentarán una "contraoferta"
El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, anunció, por su parte, que su partido presentará -sin precisar cuándo- una "contraoferta" a las propuestas del Gobierno sobre financiación autonómica e indicó que la posición de los socialistas es "única", por lo que "no habrá acuerdos puntuales" en "ninguna comunidad". Blanco desmentía así las últimas noticias aparecidas en la prensa que daban por hecho que José Bono y Rodríguez Ibarra, los presidentes de Castilla-La Mancha y Extremadura, habían aceptado la última oferta financiera del Gobierno. Blanco insistió en que el PSOE "va a seguir haciendo un esfuerzo para tratar de alcanzar un acuerdo" con el Gobierno, aunque afirmó que la oferta del Ejecutivo es "insuficiente" porque "no garantiza los servicios públicos a los que tienen que dar cobertura las diferentes comunidades". Hacienda, por su parte, insiste en convocar para finales de mes el Consejo de Política Fiscal y Financiera, a pesar de las dificultades surgidas.