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Aznar afirma en una reunión del PP que el Gobierno está en plena forma

Quien crea que al Gobierno se le han "fundido los plomos" está equivocado, le dijo ayer José María Aznar a la dirección de su partido, al tiempo que la instó a vender mejor los éxitos del Ejecutivo y, de forma implícita, a dejar de preocuparse por la sucesión en el cartel electoral.

Antes de desear buenas vacaciones a la junta directiva del PP, formada por dos centenares de altos cargos del partido y de la Administración, Aznar intentó transmitir ayer la sensación de que el Gobierno se encuentra en plena forma y alejado de la depresión. No se le han "fundido los plomos", llegó a decir el presidente, después de relatar los principales proyectos de ley enviados al Congreso en el periodo de sesiones que ahora termina y concluir que ha "hecho los deberes".

En tono de reproche a los dirigentes del PP, Aznar señaló que es necesario defender los éxitos del Ejecutivo, una recomendación que minutos antes había hecho el secretario general de los populares, Javier Arenas, en la reu-nión. "Si nosotros defendiésemos mejor nuestros éxitos, que no los defendemos, podríamos incluso sacar un poco de pecho", dijo Aznar. Para septiembre el PP prepara una campaña de imagen.

"Hace seis años", comentó el presidente, "el país era un puro escándalo y ahora la queja es que es aburrido", afirmó con cierto enfado, tras recordar la creación de 400.000 nuevos empleos en el último año, el aumento de los afiliados a la Seguridad Social, el Plan Hidrológico Nacional y otros "éxitos" que al presidente le parece que pasan inadvertidos en la opinión pública porque se han convertido en "algo normal".

En tono de rapapolvo, recordó a la junta directiva del PP que su ambición es situar a España "entre los grandes países del mundo". Cree que su formación es la única que está en condiciones de conseguirlo. Sin embargo, advirtió que el PP también es "el único partido que se puede empeñar" en no garantizar este objetivo si se postra en el desánimo. Este comentario fue interpretado también como una advertencia a los dirigentes del partido y del Gobierno más pendientes de situarse en buen lugar de cara a la sucesión que de las tareas orgánicas o administrativas que tienen encomendadas.

Mayoría para vegetar

A juicio de Aznar, él mismo ya ha superado la tentación de usar la mayoría absoluta "para vegetar o abusar, pues para ninguna de estas cosas valemos". A los curiosos no les dio clave alguna de sus planes para el congreso que el partido celebrará en enero, a pesar de que calificó esta cita de "muy importante".

El presidente también envió un aviso a quienes dentro del propio área de influencia del PP se duelen de la actitud prepotente que, en su opinión, ha lucido el Gobierno en los últimos meses. "Gobernar no consiste en poner buena cara a todo el mundo ni en ser más o menos agradable, sino en tomar decisiones a veces difíciles". "No se trata", añadió, "de dar buenas palabras ni de contraer todos los días un compromiso. Lo que se cumple es el programa...". En este contexto, Aznar hizo un llamamiento al PP para que "redoble el esfuerzo de escuchar a la gente" y canalizar sus ideas hacia las instituciones, "pues somos punto de referencia para millones de ciudadanos".

Entre los asesores del presidente hay preocupación por la reciente consulta del Centro de Investigaciones Sociológicas sobre el debate del estado de la nación, en la que el líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, aventaja a Aznar en "capacidad para comunicarse con el hombre de la calle" y en "sensibilidad hacia los problemas de los españoles".

En el capítulo de críticas al PSOE, Aznar reiteró su opinión de que este partido carece de alternativas y puso como ejemplo de ello el reciente debate con Zapatero. El PP, dijo, sigue instalado en el centro y no tiene necesidad, "como otros", de "bailar la yenca" para ocultar la indefinición "de su programa ideológico".

El presidente se detuvo en el deseo del PSOE de que el Gobierno libere 400.000 millones de pesetas más en el nuevo modelo de financiación autonómica, que entrará en vigor en enero próximo.

Presupuestos sin margen

Para enterrar esta aspiración, Aznar subrayó que ya está comprometido más del 75% del Presupuesto del Estado de 2002, teniendo en cuenta el gasto sanitario, la financiación territorial, los pagos a la UE, las pensiones y la deuda pública. Esta partida que pide el PSOE, dijo, sólo sería posible mediante la subida de impuestos, paso al que no está dispuesto.

En su discurso arremetió contra los rectores universitarios. "No interesa quién ocupa un cargo en la universidad como una enseñanza de calidad", dijo en alusión a la polémica que ha levantado la reforma propuesta por la ministra de Educación.

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