Sacyr, El Pozo y dos cajas promueven un aeropuerto privado en Murcia
Un consorcio de empresas privadas promueve la construcción de un aeropuerto en Murcia, con una inversión de 20.000 millones de pesetas. Los promotores, entre los que se encuentran la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), la constructora Sacyr, la Caja de Ahorros de Murcia, el grupo alimentario Fuertes, propietario de la marca El Pozo, y la inmobiliaria Montisa, han creado una sociedad que planea abrir el aeródromo en cuatro años. Los estudios de previabilidad son positivos y avanzan un tráfico de hasta dos millones de pasajeros al año. Ferrovial está interesado en entrar en el proyecto.
Un nuevo aeropuerto privado arranca en España. Un grupo de ocho promotores ha creado una sociedad para construir un aeródromo en Murcia en cuatro años. El proyecto está respaldado por la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), la constructora Sacyr, el grupo alimentario Fuertes, la Caja de Ahorros de Murcia, la inmobiliaria Montisa, el Instituto de Fomento de Murcia, que depende del Gobierno Autónomo, la ingeniería madrileña Inocsa y la sociedad 3G, propiedad de tres empresarios locales.
Estos ocho socios han constituido a principios de mes a partes iguales una sociedad promotora con un capital social inicial de 160 millones de pesetas, cuyo objetivo es iniciar los trabajos para desarrollar una infraestructura de este tipo, según fuentes oficiales del proyecto. Los informes preliminares indican que el aeropuerto supondrá una inversión aproximada de 20.000 millones de pesetas. La instalación contará con una pista y un edificio terminal grande y funcional. El objetivo es dar cabida a una gran superficie comercial, cuya explotación es clave para alcanzar la rentabilidad necesaria, según las mismas fuentes.
El proyecto surge impulsado por el Gobierno autónomo y empresas y entidades vinculadas a la región, que sólo cuenta con un aeropuerto para formación de pilotos militares, San Javier, que cede slots (derechos de aterrizaje y despegue) a compañías aéreas civiles, y con el aeródromo de Alicante, distante casi 90 kilómetros de la capital murciana.
La piedra angular de este proyecto es el desarrollo turístico previsto en la región, cuyo marco de ordenación urbanística ultima el Ejecutivo local, según explica la Consejería de Obras Públicas murciana, y la captación de los pasajeros que con origen o destino en Murcia utilizan el aeropuerto de Alicante.
Según el consorcio promotor, el 44% de pasajeros de vuelos regulares de ese aeropuerto proceden de Murcia, lo que equivale a cerca de 500.000 personas. A esta cantidad se suman los más de 100.000 que utilizan las instalaciones militares de San Javier. "La masa crítica de partida ronda las 700.000 personas, lo que nos permite augurar la viabilidad de la infraestructura", afirman en la consejería.
A medio plazo, el aporte adicional de tráfico debería provenir de los desarrollos turísticos que el Gobierno local quiere impulsar en toda la costa sur de la región, prácticamente sin explotar.
La sociedad promotora ha iniciado ya la tramitación de los permisos del Gobierno para definir los pasillos de utilización del espacio aéreo. Después se llevará a cabo los anteproyectos, la declaración de impacto ambiental y los estudios definitivos de viabilidad, explica la consejería. Los promotores tienen previsto realizar nuevas ampliaciones de capital en función de las necesidades de inversiones que determine el desarrollo del proyecto.
Ferrovial, interesada
Por el proyecto se ha interesado a última hora el grupo Ferrovial, a través de su holding de concesiones Cintra, que explota aeropuertos en Estados Unidos, México y Reino Unido. Fuentes del grupo constructor han confirmado que estudian entrar en el proyecto. Cintra podría entrar en una de las posteriores ampliaciones de capital, según la Consejería de Obras Públicas.
En España existen 43 aeropuertos, todos públicos. Sin embargo, el proyecto de Murcia no es el primero privado. En Ciudad Real se intenta poner en marcha un aeródromo para dar servicio a Madrid. En Castellón, la diputación y varios inversores privados promueven otra infraestructura aérea.