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Peugeot y Toyota invertirán 250.000 millones en una fábrica en Europa

El Grupo PSA (Peugeot Citroën) y Toyota invertirán conjuntamente 1.500 millones de euros (249.579 millones de pesetas) en una nueva fábrica y en el desarrollo y producción de un coche pequeño de bajo precio en Europa. Las empresas no tomarán una decisión sobre la localización de la planta hasta finales de año.

El Grupo francés PSA ha huido siempre de las fusiones, pero a cambio ha cerrado algunos acuerdos puntuales con sus competidores (Ford y Fiat). La alianza con Toyota, que se concreta en la creación de una empresa conjunta al 50%, es una de las más ambiciosas en este esquema de relaciones de la empresa francesa.

Con un presupuesto de 1.500 millones de euros (249.579 millones de pesetas), la nueva empresa tiene como misión fabricar cerca de 300.000 coches de cuatro asientos desarrollados bajo dos plataformas comunes. Los nuevos coches, que empezarán a ensamblarse en 2005, se comercializarán con las marcas Peugeot, Citroën y Toyota. Ambas empresas quieren diferenciar los modelos de cada marca, lo que significa que se desarrollarán carrocerías diferentes en las que se montarán motores diesel y gasolina.

Según el inicial reparto de papeles, la empresa japonesa estará a cargo del desarrollo y la producción de los vehículos y Peugeot se hará responsable de las compras.

El objetivo de las empresas es hacer turismos para "aquellos que usan vehículos usados o coches fuera de catálogo" y ampliar sus ventas en la zona de Europa central y del Este, por lo que este producto tendrá un bajo precio.

Los últimos detalles del acuerdo se cerrará a finales de año y de estos depende una de las decisiones fundamentales de la nueva empresa conjunta: la localización de la fábrica. Los sindicatos de Francia (donde el Grupo PSA tiene la mayor parte de sus plantas y Toyota tiene otra recién inaugurada) se han apresurado a reclamar para este país la localización de la fábrica.

No obstante, y debido a los objetivos de mercado, las posibilidades que se especulan pasan por algún país en la zona del centro de Europa donde ninguna de las dos empresas tiene aún actividad de ensamblaje y el coste de la mano de obra está muy por debajo de la de los países occidentales.

Toyota sí que acaba de terminar la construcción de una gran planta de transmisiones en una de las zonas francas de Polonia, Walbrzych, cerca de la frontera con la República Checa y Alemania. En este área, que vivía de la industria de la minería, se han instalado, al calor de los beneficios fiscales un gran número de empresas de componentes, entre ellas Faurecia, antigua filial del Grupo PSA.

La reconversión industrial ha dejado el porcentaje de paro en el área por encima del 30% de la población activa, a pesar de la nueva instalación de industrias en zona franca.

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