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Xfera, paralizada porque el Gobierno no reconoce el retraso del nuevo móvil

Una sorda desesperación invade la sede de Xfera, el cuarto licenciatario de la nueva telefonía móvil. Cuando faltan dos semanas para el 1 de agosto, fecha prevista para la inauguración del UMTS, el Gobierno no ha hecho oficial su aplazamiento, a pesar de que hasta la ministra de Ciencia y Tecnología ha anunciado el retraso hasta junio de 2002. En estas condiciones, Xfera y sus 650 trabajadores no tiene posibilidad legal ni perspectivas de realizar actividad remunerada alguna.

En Xfera se ha impuesto la ley del silencio. Nadie está autorizado a expresar lo que todos piensan, que la ministra de Ciencia y Tecnología mantiene arbitrariamente paralizada la actividad de esta empresa, controlada por ACS y Vivendi, al no otorgar rango de legalidad el aplazamiento de la puesta en servicios del nuevo móvil UMTS. æpermil;sta estaba prevista inicialmente el próximo 1 de agosto y se ha retrasado extraoficialmente hasta junio de 2002.

El presidente y el consejero delegado de Xfera, Juan García Altozano y Antonio Cantón, han sopesado en estos días la posibilidad de realizar una comparecencia para denunciar que el Gobierno hunde a Xfera al apurar los días sin dar carta de legalidad al aplazamiento del UMTS. Sin embargo se han impuesto el sentido de la prudencia y van a mantener el silencio hasta el final.

Las razones del enfado que se vive en Xfera tiene fundamentos profundos. La compañía posee una única licencia de UMTS para explotar el negocio celular. Este hecho le diferencia de sus tres futuros competidores en este estándar de móvil multimedia, Telefónica Móviles, Airtel y Amena, que también poseen permisos para operar (y ya operan) en redes de GSM.

El aplazamiento extraoficial de la fecha del próximo 1 de agosto para la puesta en marcha de los servicios de UMTS es un engorro para las cuatro empresas, pero se convierte en una verdadera tragedia para Xfera. La empresa, en sus casi dos años de existencia, ha incurrido en importantísimos gastos (además de los 21.000 millones que tuvo que pagar por la licencia) y ahora comprueba que se aleja 10 meses más la posibilidad de comenzar a realizar una actividad que le reporte ingresos.

Negociación

En este escenario, la dirección de Xfera ha venido manteniendo intensas negociaciones con el Ministerio de Ciencia y Tecnología y también con sus tres competidores, Telefónica Móviles, Airtel y Amena, con el fin de encontrar una fórmula que le permita comenzar a operar cuanto antes y de modo provisional durante los próximos 10 meses.

El principal argumento que Xfera esgrime en sus contactos con Anna Birulés está contenido en el propio pliego de condiciones del concurso por el que se otorgaron las licencias de UMTS. En este texto se contemplaba la posibilidad de que la tecnología de nuevo móvil no estuviera disponible y fuera imprescindible el aplazamiento de la entrada en operación. En este supuesto, establecía la obligación para los operadores con red GSM (Telefónica Móviles, Airtel y Amena) de facilitar la operación sobre sus infraestructuras al cuarto licenciatario (Xfera) basándose en acuerdos de itinerancia.

La compañía que preside García Altozano considera que es una obligación ineludible del Gobierno el dar carta de naturaleza legal al aplazamiento de la entrada en servicio de UMTS y por ello, en las negociaciones con Birulés, hizo hincapié el pedir que le facilitaran frecuencias de espectro radioeléctrico. Estas frecuencias, sumadas a los acuerdos de itinerancia, le permitirían comenzar a dar servicios avanzados de Internet móvil.

Esta solución al problema planteado permitiría salvar la cara a Xfera. Por ello, en la compañía no salen de su asombro al comprobar que pasan las fechas y el ministerio se empecina en apurar hasta agosto el reconocimiento del retraso de la entrada en vigor del UMTS. Y ello a pesar de que de modo extraoficial ya ha sido anunciado y reconocido.

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