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Schröder descarta adelantar la rebaja fiscal y hacer otra reforma laboral

El canciller alemán Gerhard Schröder, el mismo que en 1999 pidió, junto al primer ministro británico, Tony Blair, flexibilizar los mercados laborales, descartó ayer de plano intentar blindar la economía alemana contra los shocks externos emprendiendo reformas estructurales. Pese a que la economía alemana corre el peligro de crecer tan sólo un 1% este año, Schröder tampoco quiere adelantar los próximos pasos de la reforma fiscal.

Todos los que piden mayor flexibilidad tienen que decir también que esto significaría despojar a amplias capas de la población de la capacidad de poder planificar su vida y la de sus familias", afirmó Schröder. "Nosotros no pondremos esto en discusión, ni queremos un mercado laboral al estilo americano".

Las críticas a la constitución misma de la economía alemana han vuelto a aflorar en las últimas semanas con la publicación de diversos indicadores macroeconómicos que demuestran que la mayor economía de la zona euro sigue dependiendo casi exclusivamente de sus exportaciones y no es capaz de generar un crecimiento por fuerza propia.

En este contexto, el economista jefe del Banco Central Europeo (BCE), Otmar Issing, ha señalado que haría falta flexibilizar el rígido mercado laboral alemán. El Gobierno rojiverde, sin embargo, ha introducido reformas que van en la dirección contraria, fortaleciendo, por ejemplo, la cogestión empresarial.

Schröder, a lo sumo, está dispuesto a ampliar las posibilidades de la contratación temporal, según afirmó ayer en su tradicional rueda de prensa previa a las vacaciones de verano. Uno de los problemas que encara el Gobierno es cómo cumplir su promesa de que en 2002 ya sólo habrá 3,5 millones de parados.

El canciller, asimismo, descartó programas de reactivación económica, que incluso los sindicatos ya están comenzando a pedir, o el adelanto de la próxima fase de la reforma fiscal, solicitado por los democristianos.

"Es imposible financiar estas medidas", sostuvo Schröder. Debido a la desaceleración económica, el déficit fiscal de por sí se disparará más allá del 1,5% prometido, perspectiva contra la cual "nada se puede hacer".

El socialdemócrata restó importancia a las últimas revisiones del crecimiento alemán, que un instituto ya sólo ve en el 1%. "Siempre me pregunto cómo hacen para recoger suficientes datos de validez científica si cada dos semanas presentan nuevos pronósticos", polemizó.

 

128 billones en costes de la reunificación

Schröder subrayó que las tasas de crecimiento de una economía "saciada" como la alemana no se deben comparar con las de países más pequeños, como Portugal e Irlanda, y recordó los costes que ha supuesto la reunificación del país: 1,5 billones de marcos en ayudas directas e indirectas a la antigua República Democrática Alemana durante los últimos 10 años (127,6 billones de pesetas). "No sé de ninguna otra economía en el mundo que haya tenido que realizar semejante esfuerzo", se defendió.

Asimismo sostuvo que, en cuestiones como la liberalización de los mercados energéticos o la reforma del sistema de pensiones, Alemania es uno de los países más avanzados en Europa. "Creo recordar que la acción de oro proviene de España", dijo en respuesta al cuestionamiento de su política económica por parte de un corresponsal español. Ojo por ojo: la víspera, el Gobierno alemán aprobó un proyecto de ley que dificulta las ofertas públicas de adquisición hostiles sobre empresas germanas.

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