Las comunidades autónomas estancan su ritmo de convergencia
La convergencia de las comunidades autónomas, en PIB per cápita, con respecto a la media nacional, apenas ha registrado cambios desde 1995. Madrid es la región que más ha elevado su contribución al crecimiento de la economía del país.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) acaba de publicar la serie de la Contabilidad Regional de España (1995-2000), elaborada ya según el nuevo criterio metodológico (SEC-95) al que obliga la Unión Europea. Las cifras aportadas por el INE dan una idea, por un lado, del crecimiento desigual de las comunidades autónomas en los últimos cinco años y, por otro, de los escasos avances que se han realizado en materia de convergencia en PIB, tanto en términos absolutos como per cápita.
Desde 1995, la economía española ha crecido un 20,2% en términos reales, a una tasa media acumulativa del 3,8%.
El mayor crecimiento acumulado en este periodo se ha producido en Canarias (24,3%), seguido de Murcia y Madrid (23,1%) y Valencia (23%). Las regiones menos expansivas han sido Asturias (15,4%), Aragón (15,3%) y finalmente Castilla y León (14,4%).
El peso relativo de cada comunidad en el PIB nacional no ha sufrido grandes variaciones, a pesar del comportamiento diferenciado de cada una de ellas. De hecho, a excepción de Murcia, que ha superado a Asturias y Baleares, el resto de las comunidades permanecen en la misma posición que hace cinco años si se ordena la participación relativa de las comunidades en el PIB.
No obstante, aunque no ha habido variaciones en el puesto que ostentan en la clasificación, sí existen cambios en el porcentaje. De hecho, Madrid es la región que más ha aumentado (0,4 puntos más) su participación en el conjunto de la economía nacional, hasta alcanzar el 17,19% del PIB nacional.
Por contra, Cataluña es la que más peso ha perdido (0,24 puntos menos), pasando a representar el 18,6% del PIB total. Este porcentaje, no obstante, le permite mantenerse en el primer puesto, en cuanto a contribución regional. Este análisis no tiene en cuenta la desigual población entre unas comunidades y otras. Tan sólo se limita a medir el crecimiento regional en términos absolutos.
Si se efectúa un análisis en términos de PIB per cápita, no existen grandes variaciones frente a las cifras absolutas. Precisamente, para poder realizar comparaciones regionales de esta índole, el INE ha calculado un índice tomando como referencia el PIB per cápita (España=100), En este caso, se observa que el País Vasco es la comunidad que más ha mejorado este índice en el lustro, pasando del 119,36 en 1995 al 122,52 en 2000. Le siguen en importancia Cantabria y Madrid, con incrementos importantes, pero de menor cuantía.
Sólo cinco mejoran
Llama la atención que las comunidades autónomas más pobres no son necesariamente las que más han mejorado el índice. De hecho sólo cinco lo han conseguido. Dos de ellas -Madrid y País Vasco- ya contaban con un PIB superior a la media en 1995. Las otras tres son Valencia (cuenta ahora con un PIB per cápita que es el 95% de la media nacional), Extremadura y Cantabria.
Esto quiere decir que, de las cinco regiones más pobres (Castilla-La Mancha, Galicia, Extremadura, Castilla y León y Galicia), sólo Extremadura ha conseguido converger con la media nacional en los últimos cinco años, en términos de PIB per cápita.
La explicación es sencilla. Para una región "pobre", crecer es relativamente fácil dentro de un contexto sostenido de expansión de la economía nacional.
Sin embargo, es mucho más difícil acercarse a la media porque todas las comunidades están creciendo a su vez, siendo complicado mantener un diferencial de crecimiento positivo en un largo intervalo de tiempo. Es justo lo que está pasando también, por países, en el conjunto de la UE.
Todo ello confirma la tesis de la dificultad de alcanzar la convergencia real, sobre todo si se tiene en cuenta que ésta debe salvar otros obstáculos como las etapas de recesión, que suelen afectar más a las zonas más desfavorecidas.