La CE registra empresas de telefonía móvil alemanas y británicas
La investigación sobre un posible cartel de las operadoras de telefonía móvil en Europa entró ayer en una fase decisiva. Miembros del departamento de Competencia de la Comisión Europea registraron por sorpresa las dependencias de las cuatro operadoras presentes en Alemania y de las cinco del Reino Unido.
La Comisión Europea inició la investigación en enero del año 2000 ante la sospecha de que las altas tarifas que soportan los consumidores en la telefonía móvil podían obedecer a prácticas ilegales por parte de las operadoras.
El comisario de Competencia, Mario Monti, adelantó el pasado 24 de abril que las conclusiones preliminares de la investigación delataban ya un mercado "con una casi absoluta falta de competencia con tarifas rígidas y elevadas". Monti anunciaba la continuación de las pesquisas que, en una segunda fase, se centrarían en los acuerdos de las operadoras para fijar las tarifas que gravan la utilización de una red distinta a la contratada por el cliente (itinerancia). Bruselas sospecha que las operadoras pactan unos precios que no reflejan el coste de ese servicio.
La Comisión buscó ayer evidencias en las dependencias de las cinco operadoras de móvil en el Reino Unido (Vodafone, Orange, Virgin, BTCellnet y One2One) y las cuatro de Alemania (T-Mobil, de Deutsche Telekom; Mannesmann Mobilfunk, propiedad de Vodafone; E-Plus, de KPN y Viag Interkom, de BT).
Advertencia
Pero Bruselas advierte que sólo es el principio, pues sus sospechas apuntan a la mayoría de los mercados. En España puede haber colusión entre los operadores, según el Ejecutivo comunitario, en las tarifas de hora punta de las llamadas internacionales y en la itinerancia local. Los precios superan el 100% de la media de referencia que utiliza la Comisión (0,25 euros por minuto).
Con ayuda de los servicios de competencia respectivos, Bruselas buscó ayer pruebas en Alemania y Reino Unido de que los operadores han pactado precios excesivos en las tarifas al por menor (que soportan los consumidores cuando utilizan el teléfono móvil fuera del país donde lo adquirieron o llaman a un operador distinto al de su contrato). La inspección busca también verificar si las operadoras alemanas han fijado ilegalmente las tarifas al por mayor, que gravan el alquiler de redes entre las operadoras, pero cuya repercusión se traslada a la factura final del abonado.
Las compañías registradas negaron ayer que hubiese algún tipo de acuerdo para fijar precios abusivos en los servicios de itinerancia, pero prometieron cooperar en la investigación.
Bruselas cree que la concentración del sector (hasta el 90% en algunos Estados) provoca la falta de competencia.