Los auditores critican a las empresas por no dar formación sobre el euro
La conversión de saldos en pesetas a euros es el principal problema de la implantación de la moneda única en las empresas. Según han declarado los auditores reunidos en Barcelona durante el XII Foro del Auditor Profesional, "la formación de los empleados será un factor clave para afrontar con ciertas garantías la adopción de la nueva moneda única".
El redondeo y la introducción de decimales son algunos aspectos de la conversión al euro que más problemas están generando a las empresas en su proceso de adopción de la moneda única. Así se manifestaron los expertos de auditoría Jordi Oliva, de Deutsche Bank; Jaume Carreras, de Gassó y Cía, y Josep Mª Gay, profesor de la Universitat de Barcelona en el XII Forum del Auditor profesional organizado por el Colegio de Censores Jurados de Cuentas de Cataluña.
La formación de los empleados y un buen desarrollo de sistemas de control y filtros eficaces que reduzcan los errores informáticos son, según los expertos, "factores clave para afrontar con ciertas garantías la adopción de la nueva moneda única".
Como se puso de manifiesto la semana pasada durante el foro que reunió a más de 300 profesionales de la auditoría en Barcelona, "la relevancia de la conversión se demuestra en que afectará a todas las parcelas contables de la empresa, ya que se deberán transformar, junto con los saldos, los contratos bancarios, los registros de inmovilizado, contratos de arrendamiento financiero, el presupuesto y el cálculo de las nóminas, entre otros aspectos".
En este sentido, los expertos hicieron especial hincapié en la necesidad de desarrollar programas de formación y motivación de los empleados. Al tiempo, la empresa debe ser consciente de que hay que planificar sistemas de control de la conversión adecuados. Los censores de cuentas recuerdan la necesidad de efectuar pruebas previas para detectar posibles errores de planificación de la conversión.
Ya a comienzos de año la Federación de Expertos Contables Europeos (FEE) presentó una declaración en la que señaló algunos de los problemas comerciales con los que se pueden encontrar las empresas que no estén preparadas el 31 de diciembre de este año.
Evitar los fallos
Entre otros, la FEE considera que bien puede darse la imposibilidad de proseguir las actividades comerciales, salvo que se utilicen medidas extremas, como recurrir a un registro manual. Así, apunta que los programas informáticos pueden resultar inservibles o no funcionar y la empresa no podrá firmar nuevos contratos, pagar a los empleados, pagar a los contratistas o emitir facturas.
Al igual que para los expertos españoles, la formación de los empleados y el establecimiento de unos buenos filtros de control para evitar fallos informáticos son esenciales para los contables irlandés o franceses. Así, en un documento elaborado por el Institute of Chartered Accountants in Ireland (Instituto de Expertos Contables de Irlanda) se señala que dentro de su preparación al euro, las empresas deberían organizar sesiones de formación para que todo el personal que esté en contacto con los clientes tenga una comprensión básica de las cuestiones relativas al euro. Y resulta de especial importancia que las organizaciones designen un cargo superior de la empresa como responsable de la preparación del paso al euro.
Por su parte, los expertos de la contabilidad y la auditoría franceses también anteponen la política de formación de su personal por delante de aspectos como la adaptación de la organización contable en el proceso para lograr la adaptación a la moneda única. A pesar de los problemas y su coste, todos coinciden en las ventajas del euro, que facilitará comparar precios, eliminar distintas tarifas entre países, mejorará la distribución y reportará una mayor competitividad en el sector de la auditoría lo que traerá mayor calidad y servicio.