Alcatel pone en venta dos pequeñas fábricas y aplaza la decisión sobre Madrid y Toledo
El presidente de Alcatel España, Eduardo Villar, comunicó ayer a Manuel Fernández Lito, secretario general de la Federación de Metales, Construcción y Afines (MCA) de UGT, y a Ignacio Fernández Toxo, secretario general de la Federación Siderometalúrgica de CC OO, que la multinacional francesa ha decidido poner en venta la pequeña planta de baterías de Vitoria, englobada dentro de la filial Saft, y un área de la fábrica de la localidad madrileña de Villaverde dedicada a la fabricación de convertidores. En estas dos unidades trabajan en la actualidad un centenar de personas.
Villar dejó claro que las instalaciones de Maliaño en Cantabria, dedicadas a la fabricación de fibra óptica, no se venderán. Sin embargo, dejó la puerta abierta en relación con el futuro de las plantas de Toledo y Villaverde (Madrid), para las que aseguró que por el momento no hay ningún plan concreto y se prevé que la decisión sobre su futuro no se tome de forma definitiva hasta el próximo mes de diciembre. Los representantes sindicales exigieron a Villar que la compañía extreme las garantías de que el nuevo propietario de las dos plantas que se ponen en venta garantice tanto el empleo como las condiciones de trabajo y advirtieron que tomarían medidas inmediatas si la empresa no cumple con esta exigencia. Villar explicó que se está trabajando en esta línea, pero no se comprometió a nada concreto, según las fuentes consultadas.
Además, pidieron que la empresa recomponga la política de información y comunicaciones con sus trabajadores al objeto de que sean estos los primeros que conozcan los planes de la empresa.
El presidente de la multinacional francesa, Serge Tchuruk, anunció la pasada semana un plan estratégico de futuro que prevé la venta de 50 de sus 100 fábricas. La compañía ha asegurado que las desinversiones se concentrarán en el área de componentes y baterías. La medida afectará a un total de 13.500 trabajadores, algo más del 10% de su plantilla.