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La Seguridad Social ingresará este año 200.000 millones más de lo previsto

La Seguridad Social podría repetir este año un superávit de casi medio billón de pesetas, si el crecimiento de los ingresos por cotizaciones se mantiene al ritmo del 10,5% registrado hasta el mes de abril. No obstante, el gasto crece también ligeramente por encima de lo previsto, por lo que en el saldo final el excedente de ingresos podría verse algo mitigado.

La Seguridad Social goza de buena salud, como le gusta decir a sus responsables. Prueba de ello es que los ingresos por cotizaciones sociales hasta abril sumaron 3,5 billones de pesetas, lo que supone que crecen a un ritmo del 10,5% respecto al mismo periodo del año anterior. Es más, el dato indica que estos ingresos están aumentando dos puntos más que el ritmo de crecimiento previsto oficialmente para los ingresos por cotizaciones en este año (8,6%), según los Presupuestos Generales del Estado. Esto representa alrededor de 200.000 millones más de lo esperado (10,3 billones de pesetas).

Esta inyección de ingresos es fruto de la excelente evolución del número de afiliados, que desde hace tres años mantiene crecimientos sostenidos del 5%, así como del incremento de las bases de cotización. Dicho aumento de afiliación se está repitiendo en 2001, pero, además, llama la atención que el incremento del crecimiento de los ingresos por cotizaciones se centra, sobre todo, en el caso de los empresarios y trabajadores del Régimen General de la Seguridad Social, que han alcanzado aumentos récords de hasta el 15%.

Sin embargo, los ingresos procedentes del Régimen de Autónomos arrancaron el año con un fuerte descenso, ya que frente a un incremento medio de los ingresos por cotizaciones del 6% durante 2000, en los primeros meses de este año el crecimiento se limitó a un 2%.

Lo mismo ocurrió con el resto de regímenes especiales, que registraron incluso saldos negativos de financiación, con pérdidas de ingresos del 3,9% en enero y del 2,1% en febrero.

El gasto no crece tanto

El ritmo de crecimiento de los gastos y, en particular del principal capítulo de gasto, que corresponde al pago de pensiones contributivas, también está registrando un incremento levemente superior al previsto, aunque no tan alto como en el caso de los ingresos.

Los Presupuestos de 2001 incluyen un gasto en pensiones contributivas de 8.826.272 millones de pesetas, tras un crecimiento del 5,8% (483.774 millones de pesetas más). Dicho 5,8% obedece a un aumento del 1,1% en el número de pensiones, más el 2% de revalorización prevista y el 2,7% restante al denominado efecto sustitución (las cuantías de las pensiones nuevas que entran en el sistema son más altas que las que salen).

Pero los datos oficiales hasta abril arrojan que el gasto en pensiones contributivas suma 2,5 billones de pesetas hasta abril, lo que supone un crecimiento del 6,7% respecto al mismo periodo de 2000. Esta ligera desviación de alrededor de un punto (unos 90.000 millones de pesetas) puede ser imputable al efecto sustitución.

Por ello, si se mantiene el ritmo de afiliación, los ingresos por cotizaciones conservan este nivel y el gasto no crece más, al final del ejercicio habrá que sumar algo más de 100.000 millones de pesetas a los 300.000 millones de superávit que ya están previstos en el cuadro macroeconómico (0,3% del PIB). Es decir: 200.000 millones más de ingresos a los que habría que restar 90.000 de incremento de gasto. De este modo, y fuentes cercanas al Gobierno así lo estiman, este año podría repetirse el superávit de más de medio billón.

La única señal de alarma se dispara por el lado del gasto en prestaciones por desempleo. Pese a disminuir el número de parados del registro del Inem, el dato de ingresos por cotizaciones de los desempleados -aumentaron un 14,8% hasta febrero- refleja que se ha disparado el número de personas que está cobrando la prestación por desempleo.

 

Trabajo estudia que una nueva agencia gestione las prestaciones por desempleo

Los responsables del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales preparan un proyecto de ley que regulará la nueva Agencia de la Seguridad Social y que debe estar listo en abril del próximo año.

Este nuevo organismo, que será similar a la actual Agencia Tributaria, integrará todas las actividades de las distintas entidades del sistema de protección social: el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), la Tesorería General (TGSS) y el Instituto Social de la Marina (ISM).

Su creación está prevista en el último acuerdo de pensiones firmado el 9 de abril entre el Gobierno, la CEOE y CC OO y en él se estipula que el proyecto deberá estar listo en un año, para tramitarse posteriormente en el Parlamento antes de que termine la legislatura.

La principal duda es ahora si esta agencia integrará también la gestión de las prestaciones por desempleo, ya que, al fin y al cabo, su financiación corre a cargo de las cotizaciones sociales. Se trata de una vieja idea que ha vuelto a ser demandada desde distintas instancias y que Trabajo está estudiando de cara a la nueva norma, según las fuentes consultadas.

No obstante, los resultados de este estudio podrían dilatarse, ya que en el horizonte inmediato está una nueva negociación entre Gobierno, empresarios y sindicatos para reformar el sistema de protección por desempleo, cuyo gasto se está incrementando, sobre todo en los últimos meses.

En cualquier caso, la Agencia de la Seguridad Social ya está empezando a andar de forma figurada, porque Trabajo ha adquirido ya varios terrenos por toda España para construir nuevas oficinas integradas, que albergarán la actividad de las tres entidades mencionadas anteriormente.

Oficinas por toda España

En concreto, ya ha comprado cuatro terrenos en Madrid, que están pendientes de edificación, y otros en Jaén, Cádiz, Alicante, Santander y Tarragona. Además, Trabajo tiene en su agenda adquirir 19 terrenos más en otras provincias para construir oficinas integradas de la agencia.

Fuentes de Trabajo insistieron que el futuro organismo mejorará la calidad de los servicios y agilizará los trámites. No obstante, en el último año, la Administración ha conseguido reducir el tiempo medio de reconocimiento de las prestaciones de 13 a 11 días en el caso de las pensiones de jubilación; de 80 a 64 días para las prestaciones de incapacidad permanente, y de 10 a 8 días, para las de muerte y supervivencia.

 

Cataluña prepara un plan de incentivos a la natalidad

Pilar Abril, Barcelona

La baja tasa de fecundidad catalana y la lentitud con la que se incorporan las mujeres al mercado laboral han empezado a preocupar a los empresarios catalanes ante la alarmante falta de mano de obra. Ante el debate que se está instalando en la sociedad catalana, la Generalitat ha decidido tomar cartas en el asunto y encargar a un equipo de sociólogos y fundaciones un estudio "en profundidad" sobre los horarios y sus consecuencias en la familia.

El consejero jefe catalán, Artur Mas, aseguro que este estudio debería servir de base para establecer normas que ayuden a compatibilizar la vida familiar y laboral: un mejor reparto de las vacaciones escolares, cambios en el horario de los transportes públicos o el de atención de las Administraciones. No aludió a la posibilidad de hacer uso de la capacidad normativa para aumentar las ayudas familiares en el IRPF. Las deducciones vigentes en Cataluña sólo afectan al nacimiento del segundo hijo y a familias con un nivel de renta muy bajo. La Generalitat sí prevé, en cambio, permitir que las funcionarias reduzcan jornada por maternidad sin reducción de sueldo.

12.000 pesetas al mes

Un estudio elaborado por la Cámara de Comercio de Barcelona concluye que el mantenimiento de los sistemas de protección y la necesidad de mano de obra requieren un mayor desarrollo de la política familiar. El presidente de la cámara, Antoni Negre, reclama que las ayudas se extiendan a todas las familias y se sitúen, como mínimo, en 12.000 pesetas mensuales.

Desde una óptica completamente distinta, la patronal Cecot considera que la conciliación entre la vida laboral y familiar "es una cuestión de Estado", y asegura que en la actualidad la empresa es la parte menos beneficiada. Cecot propone que se recuperen las horas de ausencia empleadas en el cuidado de los hijos, ya sean por visitas al médico o por intervenciones quirúrgicas.

Pimec-Sefes sugiere establecer una exención de las cotizaciones sociales durante un periodo de dos años por razón de maternidad.

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