Indonesia, al borde del estado de emergencia
El presidente de Indonesia, Abdurrahman Wahid, reiteró ayer su voluntad de aferrarse al poder, aun a costa de la estabilidad del país.
En una entrevista concedida a una radio australiana, Wahid rechazó las acusaciones del Parlamento de mal gobierno y de apropiarse de fondos públicos por valor de 6,2 millones de dólares (1.196 millones de pesetas). El mandatario dijo que no comparecerá ante el Senado, al que está citado el próximo 1 de agosto.
"Es fácil, declararé el estado de emergencia", respondió el presidente indonesio a la pregunta de los periodistas de qué haría si el Parlamento intenta obligarle a ir a declarar. Bajo el estado de emergencia, Wahid tendría poderes extraordinarios para disolver ambas cámaras.
El portavoz del Senado respondió inmediatamente afirmando que las intenciones de Wahid son "anticonstitucionales". La principal socia en el Gobierno y, al mismo tiempo, mayor rival, la vicepresidenta Megawati Sukarnoputri, reafirmó ayer la legitimidad de la vista y adelantó que su partido "no aceptará ningún pacto" con el presidente.
Caída de la rupia
La incertidumbre política y económica han provocado la constante huida de divisas hacia puertos más seguros y que los inversores se aferren al dólar como moneda refugio. La rupia se ha depreciado casi un 20% en lo que va de año y un dólar se cotiza ya a 11.400 unidades, frente a las 9.500 que costaba en enero.
El FMI ha paralizado un desembolso de cinco millardos de dólares, exigiendo transparencia económica, control del déficit fiscal y medidas para atajar la deuda externa.