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Ericsson pone en venta su única fábrica española

La reestructuración mundial de la industria de telecomunicaciones llega a España. La multinacional sueca Ericsson anunció ayer que pone a la venta su única fábrica en el país, ubicada en el Parque Tecnológico de Zamudio (Vizcaya). El centro tiene 440 trabajadores, 90 de los cuales con contrato temporal que no será renovado. La planta de Zamudio tiene dos divisiones. En una de ellas, que emplea a más de 140 personas, Ericsson concentra su producción mundial de módulos de comunicación.

A partir del próximo 1 de octubre, la corporación sueca constituirá con la multinacional japonesa Sony una empresa conjunta que asumirá la producción global de módulos de ambos y que determinará qué centros los elaboran, con lo que el futuro de la rama fabril de Zamudio queda en el aire.

La planta vasca, que en febrero pasado abandonó la producción de terminales móviles, tiene además una división de investigación que emplea a 300 personas y que es la unidad que ya está a la venta. Ericsson contactará próximamente con los principales grupos empresariales del País vasco, con el suficiente nivel tecnológico para asimilar unas instalaciones de esas características. En la lista de candidatos, Ericsson llamará en primer lugar a la puerta de Mondragón Corporación Cooperativa (MCC).

El grupo sueco pone fin en Euskadi a una historia industrial iniciada en 1993 con la compra de la fábrica de Zamudio, en la que ha invertido 8.000 millones de pesetas (48,08 millones de euros) en los últimos seis años. Pero su estrategia reciente de restar peso a la actividad industrial ha resultado negativa para la planta vizcaína, que este año facturará 22.000 millones de pesetas (132,22 millones de euros) y que para el próximo ejercicio prevé una caída de ventas del 31,8%. Entre los primeros pasos de su desinversión en España, Ericsson segregará de su grupo la planta de Zamudio, que pasará a ser propiedad de una empresa independiente que ni siquiera tomará el nombre de la multinacional escandinava.

Francisco Lacha, nuevo responsable del centro, intentará su venta a otros en varias fases, con la intención de que en una primera parte Ericsson figure como accionista minoritario para luego salir totalmente del accionariado. La multinacional especificó ayer que las instalaciones de Zamudio tienen una "insuficiente y decreciente carga de trabajo, además de la imposibilidad de buscar nuevos proyectos especiales dentro de Ericsson, por lo que no asegura su futuro dentro de la compañía a largo plazo". Más terminantes, los suecos añaden que Zamudio ni siquiera puede competir, por su volumen de producción, con las ofertas de los subcontratistas. Los responsables de Ericsson han comunicado estos días sus planes al Gobierno vasco, sindicatos y plantilla. El mensaje al Ejecutivo de Vitoria fue que se está buscando un socio que garantice la continuidad de Zamudio, según el portavoz en funciones Josu Jon Imaz.

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