Rusia vetará el nuevo plan de sanciones selectivas contra Irak
Las negociaciones se aceleran en el seno de la ONU. El Consejo de Seguridad escuchó ayer las propuestas de 35 países sobre las sanciones económicas impuestas a Irak desde 1991.
El Gobierno de Sadam Husein recibió un espaldarazo en su desafío a EE UU. Ayer se conoció una carta remitida a Estados Unidos por el ministro ruso de Exteriores, Igor Ivanov, en la que se anunciaba la intención de Rusia de vetar la propuesta de Estados Unidos para modificar el programa de sanciones a Irak.
China ya ha expresado su oposición a los planes de EE UU y Francia también ha expresado muchas reticencias. Estos países, más EE UU y Reino Unido, son los integrantes del Consejo de Seguridad de la ONU y los únicos con capacidad de veto.
EE UU y Reino Unido quieren modificar el programa Petróleo por Alimentos, vigente desde 1996, y que permite a Irak exportar petróleo y utilizar los ingresos obtenidos para comprar medicinas y alimentos, y para reparar la infraestructura industrial. La propuesta de la Administración Bush consiste en facilitar la adquisición de productos de primera necesidad, pero al mismo tiempo restringir a Irak la importación de los productos de doble uso, los que se piensa que pueden tener una doble finalidad militar y civil.
Las llamadas sanciones selectivas también prevén el establecimiento de puestos de control en todos los países vecinos a Irak. EE UU pretende acabar así con el contrabando de crudo, un negocio que Irak no está dispuesto a perder. Se estima que genera unos ingresos anuales directos de 1,5 millardos de dólares (1.700 millones de euros). Los beneficiarios del contrabando son, principalmente, Turquía, Siria y Jordania.
Siria sostiene que no circula "ningún líquido" por el oleoducto que le une con Irak. Turquía afirma que las sanciones a Irak le han hecho perder 30 millardos de dólares (5,8 billones de pesetas) desde 1991. Jordania estima que el crudo bajo cuerda de Irak le permite ahorrarse 500 millones de dólares anuales.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Colin Powell, comienza hoy una gira por Oriente Próximo, en la que, además del conflicto palestino-israelí, tratará de convencer a sus socios de las bondades del plan sobre Irak. Powell encontrará un escollo inesperado en su aliado tradicional en la zona, Egipto: la mayor parte de los productos que Egipto exporta a Irak son calificados por la Administración Bush de doble uso. Irak decidió el 4 de junio suspender las ventas de crudo controladas por la ONU (2,1 millones de barriles diarios), en protesta por la decisión de la organización de renovar el programa Petróleo por Alimentos sólo un mes, en lugar de los seis habituales. Husein amenaza con suspender definitivamente la venta si las sanciones selectivas triunfan.
La amenaza iraquí no se está sintiendo especialmente en el mercado. El brent cotizó ayer a la baja y se vendió a 27 dólares por barril.