El FMI duda de una rápida recuperación de EEUU
La Reserva Federal tiene que decidir hoy qué hace con los tipos de interés y ayer recibió argumentos para todos los gustos. La confianza de los consumidores ha subido por segundo mes consecutivo en junio y los pedidos de bienes duraderos crecieron un 2,9% en mayo. El FMI, sin embargo, expresó sus dudas sobre una pronta recuperación y apostó por nuevas rebajas.
El Tesoro de EE UU se encargó ayer de distribuir el informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) en el que el organismo advierte de las incertidumbres que rodean el futuro de la economía estadounidense y de la necesidad de nuevas rebajas de tipos, "si los indicadores económicos y financieros siguen dando muestras de debilidad".
La publicación del informe se produce justo el día antes de que la Reserva Federal tome una decisión sobre la política monetaria y contrarresta el optimismo de los datos conocidos ayer sobre la evolución de la economía estadounidense.
El Departamento de Comercio hizo públicos los datos sobre pedidos de bienes duraderos, que aumentaron un 2,9% en mayo. La cifra se sitúa muy por encima de las estimaciones de los analistas, que preveían una caída del 0,1% tras el descenso del 5,5% registrado en abril.
Asimismo, el centro de estudios Conference Board presentó el índice de confianza de los consumidores, que subió en junio por segundo mes consecutivo, hasta los 117,9 puntos, y alcanzó el nivel más alto en los últimos seis meses. El dato sorprendió a los analistas de Wall Street, que pronosticaban una caída de la confianza de los estadounidenses hasta los 114,5 puntos.
El aumento de la confianza de las familias estadounidense obedeció a la mejora de las perspectivas para los próximos meses (desde el 87,1 al 93,2), mientras que la valoración de la situación actual retrocedió desde el nivel de 159,6 hasta el 154,8.
La confianza de los consumidores y de las empresas es un indicador clave para el presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, a la hora de decidir los recortes de tipos. De ahí que nada más conocer los datos del Conference Board, Wall Street reflejara el temor a que el banco central se decidiera por una rebaja de sólo 25 puntos básicos, en lugar de los 50 puntos reclamados por el mercado. Posteriormente la caída se vio afectada por los malos resultados anunciados por Merrill Lynch.
La evolución de la confianza de los consumidores y de las empresas es, precisamente, una de las principales incertidumbres que el FMI señala en su informe, por su repercusión sobre las decisiones de consumo e inversión.
El organismo también condiciona la rápida recuperación de la economía o su estancamiento profundo a la repercusión sobre el sistema bancario de los problemas de insolvencia de los créditos y al mantenimiento de los incrementos de productividad.
El dólar fuerte, en peligro
Este último factor será, además, determinante para fijar las perspectivas de beneficios de las empresas, con un claro riesgo, según el FMI, de nuevas revisiones a la baja y por tanto de una marcha de los inversores a otros mercados, lo que amenaza con una fuerte depreciación del dólar.
Este riesgo se ve incrementado por el fuerte volumen que ha alcanzado el déficit exterior (4,5% del PIB), algo "insostenible a largo plazo", a juicio del FMI.
En una clara llamada de atención a Greenspan, el informe insiste que, en este contexto, el crecimiento debe ser la principal preocupación de las autoridades estadounidenses y que el principal instrumento para reactivar la economía es la política monetaria.
El FMI considera que la rebaja fiscal aprobada por el Gobierno estadounidense también contribuirá a la reactivación económica, pero advierte de un coste presupuestario mayor del inicialmente estimado, lo que puede poner en peligro la estabilidad presupuestaria a medio plazo y por lo que reclama reformas del gasto.