El Ibex se estanca en los 8.900 puntos, pendiente de la evolución de Telefónica
Telefónica subió ayer un 1,54% tras una semana nefasta, en la que perdió casi un 10%. El Ibex, que no puede desligar su comportamiento del de la teleco, subió un 0,44%. El valor se benefició de que KPN renunciara ayer a ampliar capital. Ello permitió respirar al sector, pues se desvanece una operación que amenazaba con inundar de papel el mercado europeo.
La misma Telefónica que la semana pasada acercó al Ibex a los mínimos del año fue ayer la mejor aliada del índice. Subió un 1,54% y permitió al Ibex avanzar un 0,44%. La subida, de todos modos, se antoja un poco escasa después del 4,81% que retrocedió el índice la semana pasada. El volumen de negocio, además, fue escaso.
La Bolsa española sigue con plomo en los tobillos. Ayer permaneció anclada en los 8.900 puntos durante casi toda la sesión y la apertura alcista del Nasdaq (que luego perdería fuerza) llevó el Ibex a los 9.000 puntos, aunque más tarde el índice cedió a la presión bajista. Cerró en 8.964.
Aparte de Telefónica, casi ningún valor del continuo contribuyó a la subida del mercado. Tanto la gran banca como Repsol YPF cerraron la sesión con pérdidas, mientras sólo Endesa ayudaba a la operadora de telecomunicaciones.
KPN ayuda al sector
La holandesa KPN, que con su posible ampliación de capital había sufrido un descalabro bursátil que contagió al sector, descartó ayer emitir nuevas acciones. La noticia provocó una subida del 3,86% en su cotización lo que, junto con la buena apertura del Nasdaq, inyectó algo de optimismo en el sector de telecomunicaciones europeo. El índice sectorial Euro Stoxx se apuntó una subida del 0,85%.
No obstante, como apuntan algunos observadores del mercado, el valor en Bolsa de la empresa holandesa había caído tanto (un 46% desde que se desvelaron sus planes de ampliar capital) que la eventual oferta de derechos con descuento apenas habría recaudado 1.000 millones de euros (166.386 millones de pesetas). Al descartar esta operación y colgarse el cartel de se vende, KPN hace de la necesidad virtud.
Valoraciones aparte, lo cierto es que el sector de telecomunicaciones agradecerá la decisión de KPN. Evitará una emisión de papel que, probablemente, iba a indigestar los mercados europeos. Si KPN consigue terminar su travesía del desierto cerrando una fusión con la operadora belga Belgacom, miel sobre hojuelas. Independientemente de las condiciones.
Así, poco a poco, el sector telecomunicaciones va levantando cabeza. France Télécom sacó a Bolsa Orange, BT amplió capital y KPN busca novia. Sólo falta que Deutsche Telekom y Sonera saneen sus cuentas para que los grandes valores respiren.
El mal momento de estas empresas ha sido el principal lastre para los mercados europeos en el último año. Son los valores que más peso tienen en los índices nacionales y su mal momento, ligado al fuerte endeudamiento en el que incurrieron, ha restado puntos a los índices un día tras otro. La deuda era el principal problema, pero la recuperación no tiene por qué estar cerca.
Dresdner fija el precio objetivo en 16 euros
Pocas veces se escuchará en la Bolsa española una recomendación tan desfavorable a Telefónica como la que emitió ayer Dresdner Kleinwort Wasserstein. La firma de inversión filial de Dresdner Bank redujo su recomendación a mantener desde comprar. Y recortó el precio objetivo un 33%, hasta 16 euros por acción desde 24.
Al cierre de ayer, calcula un potencial de revalorización del 5,7%. Algo extraño para una compañía que acumula prebendas entre las firmas de inversión (sobre todo nacionales) y presume de precios objetivo sobre los 25 euros.
Según Dresdner, el riesgo derivado de América Latina (en especial, los analistas temen una devaluación en cadena) y el exceso de papel procedente de la ampliación de capital para comprar los activos de Motorola en México presionarán la cotización. Asimismo, también cambiaron sus previsiones sobre Telefónica Móviles, cuyo precio objetivo pasa a siete euros y la recomendación cambia a reducir desde añadir.