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BALANCE DEL PLAN LIBERALIZADOR DE JUNIO DE 2000

El ahorro de las familias cae al 7% del PIB, el nivel más bajo desde 1989

El plan liberalizador de junio de 2000 incluía también un importante apartado fiscal que pretendía "el incentivo al ahorro, el refuerzo a la internacionalización de las empresas y a la innovación y el desarrollo".

Entre las medidas más importantes aprobadas entonces destaca, sobre todo, la reducción, de dos años a uno solo, del plazo para que las ganancias patrimoniales tributasen a un tipo fijo, que pasó del 20% al 18%.

También se elevaron los límites de deducción por participaciones a planes de pensiones desde 1,1 hasta 1,2 millones de pesetas. Para mayores de 52 años, el límite se elevó de 2,2 a 2,5 millones de pesetas.

Se amplió, asimismo, de cinco a 10 años el tiempo máximo disponible para realizar deducciones en I+D+i, aumentado el límite sobre la cuota del 35% al 45%.

En seguros de vida, se aumentó del 60% al 65% la reducción de los rendimientos percibidos en caso de percepciones en forma de capital para las primas satisfechas con más de cinco años, y del 70% al 75% para las satisfechas con más de ocho años de antelación.

También se aumentó de 250 a 500 millones de pesetas la facturación máxima de una compañía para ser considerada como pequeña y mediana empresa.

Un año después de la aprobación de estas medidas, el ahorro, en especial el de las familias, se mantiene en tasas similares a las de 1999, incluso se ha producido una cierta desaceleración.

En concreto, las familias lograron ahorrar más de siete billones de pesetas en 2000, lo que supone un 7,1% del PIB, la tasa más baja desde 1989. Esta cantidad supone sólo el 11,7% de la renta bruta disponible de las familias, mientras que en 1995 llegaba al 14,4%, según Caja Cataluña. En el primer semestre del año 2001 se ha mantenido este comportamiento.

No obstante, la persistente caída del ahorro de las familias tiene mucho que ver con el aumento del coste de las hipotecas, fruto del incremento de tipos de interés, y la caída de la rentabilidad de activos en renta variable, como las acciones, en los que las familias tienen invertido un 35% de sus ahorros.

Medidas

Con todo, y según reconoce el Banco de España, el plan de medidas de junio de 2000, ha logrado un mayor impulso al ahorro a medio y largo plazo (sobre todo en planes de pensiones y seguros de vida) y una mayor naturalidad en las retenciones a cuenta de rentas de capital. En cambio, la misma autoridad monetaria advierte que el plan no ha conseguido establecer aún una tributación homogénea de las rentas de capital.

Critica que la rentabilidad de estas rentas sigue dependiendo de demasiadas variables, como el tipo de activo, la naturaleza jurídica del emisor, el plazo de inversión y el nivel de renta del ahorrador.

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