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El BCE mantiene los tipos de interés a la espera de una menor inflación

El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) decidió ayer mantener los tipos de interés en la zona euro en el 4,5%, una vez que la inflación aumentara en mayo en toda el área hasta el 3,4% interanual.

Esta vez no hubo sorpresas. Tal y como adelantaban todos los pronósticos, el BCE optó ayer por mantener el precio oficial del dinero en el 4,5%. Un recorte de tipos, bienvenido por los analistas hace varias semanas, habría echado más leña al fuego de las tensiones de precios en el área, en un momento en el que la inflación armonizada en la zona euro se encuentra en el 3,4% en tasa interanual, una vez contabilizado el fuerte repunte del mes de mayo.

Los 18 miembros del consejo de gobierno del BCE, reunidos ayer en Dublín, decidieron tener muy en cuenta esta cuestión. El presidente de la autoridad monetaria, el holandés Wim Duisenberg, intentó tras la reunión restar importancia a la creciente preocupación por el nivel de inflación en el área, que se encuentra actualmente en máximos desde el nacimiento del euro en enero de 1999.

"La inflación caerá por debajo del 2% en 2002, pero no puedo precisar en qué mes exactamente", comentó. En su opinión, el IPC puede haber tocado techo ya en mayo.

Duisenberg salió al paso también de las críticas que le achacan "falta de decisión" para rebajar los tipos, en un entorno en que un descenso del precio del dinero impulsaría la demanda, conteniendo la desaceleración del crecimiento económico en Europa. En este sentido, agregó que "el nivel actual de tipos sigue siendo apropiado para asegurar que la economía de la zona euro sea capaz de mantener la estabilidad de los precios y, al mismo tiempo, el crecimiento a medio plazo".

El presidente del banco de Francfort insistió en que no espera una recesión en la zona euro, a pesar de que las desalentadoras previsiones de crecimiento para el segundo trimestre en Alemania dieran pie al ministro germano de Finanzas, Hans Eichel para no descartar esta posibilidad. El BCE recortó los tipos por última vez el 10 de mayo, para dejarlos en el 4,5%. Algunos analistas adelantan que podría rebajarlos en otro cuarto de punto en el tercer trimestre, cuando la inflación se haya moderado, si no surgen imprevistos, como otra espectacular alza de los precios del crudo.

Por otra parte, Duisenberg afirmó no estar preocupado, por el momento, por la actual debilidad del euro, que se ha depreciado frente al dólar un 10% desde comienzos de este año. Duisenberg expresó esta postura, pese a que la moneda única ha mostrado claros signos de debilidad, últimamente exacerbada por la desaceleración de la economía en la zona euro. El BCE fijó ayer su cambio oficial en 0,8552 dólares. Es un hecho divulgado por el propio BCE que una parte de la subida de los precios obedece a la inflación importada por la baja cotización del euro frente al dólar, debido a que las importaciones de petróleo se pagan en la divisa estadounidense.

Duisenberg fue preguntado de nuevo por su posible dimisión en 2002, una vez concluida la puesta en circulación del euro, a lo que respondió que cesará "cuando sea el momento adecuado" y comunicará la decisión a la prensa una vez la haya transmitido a las autoridades competentes.

A pesar de que su mandato no concluye hasta 2006, Francia ha redoblado sus presiones para que un francés le sustituya el próximo ejercicio.

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