Los ejecutivos de Aló logran comprar la compañía a RSLCom

Han sido necesarios casi cuatro meses de negociaciones con los liquidadores de una empresa en quiebra, pero los ejecutivos de Aló han conseguido cerrar la compra de la filial española a RSLCom. La operación está valorada en unos 13.000 millones de pesetas y sirve para enjugar casi toda la deuda que acumulaba la operadora.

Desde este punto de vista, la quiebra de RSLCom ha tenido un aspecto positivo, ya que la eliminación del endeudamiento (la deuda financiera ha quedado en 1.200 millones de pesetas) ha dejado sin el lastre que tenía a la operadora. Así, el nuevo objetivo ahora es conseguir Ebitda (flujo de caja operativo) en el mes de septiembre.

A esta meta también contribuirá el drástico plan de ajuste de costes (con fuerte reducción de plantilla) puesto en marcha por Aló desde la quiebra de RSLCom.

Junto con la compra de la compañía, Aló anunció también sus ingresos en el primer trimestre, que sumaron 2.108 millones de pesetas, un 55% más que en el mismo periodo del año anterior. En los últimos meses, sin embargo, los problemas económicos han supuesto un parón para Aló. La operadora, por ejemplo, se retiró de las negociaciones para dar telefonía local a través de la red de Telefónica y será la última de las seis operadores de LMDS en lanzar sus servicios.

Aló ha llegado a esta situación después de que su matriz RSLCom suspendiera pagos y la filial no pudiera salir a Bolsa por la tormenta bursátil que azota los valores de telecomunicaciones.