23 muertos en Irak por una explosión de origen desconocido
El Gobierno de Sadam Hussein acusó ayer a Estados Unidos y a Reino Unido de haber bombardeado el norte de Irak causando la muerte de 23 personas y heridas a otras 11 que jugaban al fútbol en un campo de la zona. Los dos países inculpados se apresuraron a negar las acusaciones, que supondrían el ataque más sangriento ocurrido en dos años y medio contra el país árabe.
La causa de los fallecimientos no quedó desvelada y podría tratarse de una "bomba de aviación arrojada durante la guerra del golfo Pérsico de principios de 1991", como dijo en un principio el Ministerio iraquí de información.
La agencia de noticias iraquí INA informó, sin embargo, que aviones británicos y estadounidenses atacaron el distrito de Talafar, cerca de la ciudad de Mosul, aunque la emisora no especificó cuando tuvo lugar el incidente.
Reino Unido también desmintió el martes un comunicado del Gobierno iraquí por el que se aseguraba que sus defensas aéreas habían alcanzado a un grupo de aviones estadounidenses y británicos mientras patrullaban una zona de exclusión aérea.
Las patrullas sobre la zona de exclusión de vuelos se establecieron después de la expulsión de las tropas iraquíes de Kuwait, durante la guerra del Golfo (1991), para proteger a los disidentes turcos en el norte de Irak y a los shiíes musulmanes en el sur de los ataques de las fuerzas de Bagdad.