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El PIB mantiene su vigor y crece un 3,4% hasta marzo

El producto interior bruto (PIB) creció en España en el primer trimestre de este año a una tasa interanual, expresada en términos de ciclo-tendencia, del 3,4%. Esta tasa supone una significativa desaceleración (por tercer mes consecutivo), como consecuencia del menor dinamismo en el consumo de los hogares y la inversión en equipamiento, así como a una contracción de las ventas al exterior, aunque éstas ganaron peso relativo. Tomando el trimestre aislado, registró una súbita recuperación del consumo y una caída muy fuerte de la exportación. En todo caso, España mantiene un crecimiento mucho más sólido que sus socios en la UE, a juzgar por los datos conocidos ayer de Alemania e Italia

La economía española mantuvo un crecimiento en tasa interanual de ciclo-tendencia del 3,4% real en el primer trimestre de este año, según los datos provisionales adelantados ayer por el Instituto Nacional de Estadística. Esta tasa de crecimiento del PIB supone una sensible desaceleración en el ritmo de crecimiento por tercer trimestre consecutivo. Sin embargo, en tasas intertrimestrales filtradas (corregidos los efectos de calendario) se ha producido una fuerte aceleración de la actividad de la mano de una súbita recuperación del consumo de los hogares; de he-cho, la tasa de avance así considerada es de un 1%, frente al 0,7% del cuatro trimestre del año 2000.

En términos de Contabilidad Nacional medido en ciclo-tendencia (modelo que el INE comenzará a desplazar a partir del próximo trimestre), se ha producido una desaceleración del PIB como consecuencia de una menor aportación de la demanda interna al crecimiento. En concreto, la aportación al avance del producto ha sido de 2,7 puntos, frente a 3 puntos del último trimestre de 2000. Las operaciones de importación y exportación, por contra, han mejorado ligeramente su aportación al avance del PIB hasta 0,6 puntos.

Analizando el PIB desde el punto de vista de la demanda, se aprecian perfiles desacelerados en todos sus componentes. Así, el gasto en consumo final crece un 2,4%, frente al 2,8%, y en concreto el consumo de los hogares crece un 2,3%. Estas dos variables crecían hace un año a tasas muy superiores al 4%. Los principales elementos causantes de este comportamiento más contractivo son "la desaceleración del ritmo de creación de empleo y de la remuneración de asalariados, junto con los menores volátiles rendimientos mobiliarios", según apreciaciones del Instituto de Estadística.

El consumo público ha desacelerado también su crecimiento hasta el 2,6%, frente al 2,7% del periodo precedente, debido al menor crecimiento de la remuneración de los funcionarios y a la moderación en las compras de las Administraciones.

Por lo que se refiere a la inversión, ha crecido un 3,2% en tasa interanual en el primer trimestre, frente al 3,9% que crecía en el último de 2000, o el 7,5% que crecía hace un año. La contracción se ha centrado básicamente en el equipamiento, que ha caído respecto al mismo trimestre del año anterior, mientras que en la construcción mantiene aún avances notables del 5,8%. En este caso, el componente ligado a la obra en infraestructuras presenta una evolución expansiva, mientras que la construcción residencial muestra una trayectoria bastante desacelerada.

Por lo que se refiere al sector exterior, destaca la desaceleración de las exportaciones de bienes y servicios al registrar un crecimiento interanual del 10,7%, frente al 11% del último de 2000, como consecuencia del perfil descendente de su componente de bienes. La aportación al crecimiento de las exportaciones ha sido de 3,2 puntos. La de las importaciones, por su parte, ha sido negativa en 2,5 puntos, lo que arroja los ya citados 0,6 puntos de saldo. Las compras crecen el 8%, por el 11% hace un año.

 

Construcción y servicios sostienen la solidez

El comportamiento del producto interior bruto desde el punto de vista de la oferta refleja una contracción significativa en casi todas las ramas productivas, menos en la de servicios y en menor medida en la construcción. æpermil;stos siguen creciendo un 3,4%, frente al 3,5% del trimestre anterior, con avances del 3,7% en los servicios destinados al mercado, y un 2,4% de los servicios no destinados al mercado. La aportación de los servicios al crecimiento es de 2 puntos. En la construcción, el avance interanual de la producción fue del 5,7%, frente al 6% en el último trimestre de 2000, ya que absorbe buena parte del crecimiento de la inversión.

En el resto de las ramas de producción se produjeron desaceleraciones. La agricultura y la pesca crecieron un 1,7%, frente al 2,4% el trimestre anterior, y con una aportación al PIB agregado de una sola décima. Las ramas energéticas son las que presentan un perfil más desacelerado, con un avance anual en ciclo-tendencia del 6,9%, frente al 10,1% del trimestre previo; este ajuste se produce por segundo trimestre consecutivo.

Las ramas industriales han avanzado un 2,% en términos reales, con una aportación al crecimiento total de 0,4 puntos. En este comportamiento de la actividad industrial han influido, según la Contabilidad Nacional, la pérdida de impulso de la demanda agregada, tanto en consumo como en inversión, y la desaceleración de la exportación de bienes por la caída de demanda en los principales destinos de los productos españoles.

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