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El núcleo estable de Iberia respalda una negociación dura con los pilotos

El núcleo estable de accionistas de Iberia ha tomado la determinación de respaldar sin fisuras la postura de negociación dura que el equipo directivo de la compañía ha empezado a desarrollar en el conflicto abierto con los pilotos. El consejo de administración de la sociedad tiene previsto celebrar el próximo viernes una reunión extraordinaria al objeto de dejar patente su apoyo al equipo dirigido por Xabier de Irala y hacer balance de la situación en la que se encuentra la empresa tras el pulso iniciado por los pilotos, que ayer llevaron a cabo el primero de los 10 días de huelga que tienen previsto hasta finales de agosto. La jornada transcurrió sin incidentes.

El equipo directivo de Iberia cuenta con un nuevo argumento para mantener la firmeza que ha mostrado en el conflicto laboral que la enfrenta con su colectivo de pilotos. Su núcleo de accionistas estable, según fuentes de este grupo, ha dejado ya patente a los máximos directivos de la compañía que cuentan con su total apoyo en las negociaciones. De hecho, tiene previsto celebrar el próximo viernes un consejo extraordinario en el que pretende hacer balance de la situación en la que la huelga coloca a la compañía aérea.

La postura del núcleo estable en este conflicto es decisiva. Es la primera huelga que sufre siendo propietario de la sociedad, nunca había sufrido los efectos que para el negocio de la compañía provoca un paro de pilotos, y buena parte de los interrogantes que se abatían hasta ahora sobre el conflicto tenían que ver con la reacción que adoptaran los accionistas mayoritarios ante el órdago planteado por los pilotos.

Pero los accionistas han decidido recoger el guante y aceptar el reto. Según fuentes internas de la compañía, el apoyo a los gestores es tan incondicional que se les ha dado carta libre para que encuentren fórmulas que desactiven el inmenso poder que a su juicio concentran los pilotos. Los directivos de la compañía aérea de bandera ya se han puesto a trabajar para buscar los mecanismos que permitan aminorar la influencia del Sepla en la gestión diaria de la empresa.

Paro sin incidentes

El pulso llega hasta el extremo de que los accionistas aceptan dar por perdida la próxima campaña de verano a condición de que Iberia no vuelva a perder negocio en el futuro por la misma causa.

Precisamente ayer fue el primero de los 10 días de huelga que los pilotos tienen convocados a lo largo del verano. La jornada transcurrió sin incidentes ni aglomeraciones. Iberia a suspendió 284 vuelos de los 1.007 inicialmente previsto. En total, dio servicio a 723 vuelos con una puntualidad del 84% en los vuelos nacionales y del 100% en el puente aéreo Madrid-Barcelona. En el caso de que el Sepla e Iberia no alcancen un acuerdo, los pilotos volverán a la huelga el 3 de julio, ya en plenas vacaciones de verano. Las acciones de Iberia cerraron ayer con una depreciación del 0,9% y la compañía cerró por segundo día consecutivo al precio más bajo desde que debutó en el parqué.

Mientras, continuó el enfrentamiento verbal entre las dos partes. El consejero delegado de Iberia, Ángel Mullor, aseguró, en declaraciones a Antena 3, que "Iberia estaría en quiebra dentro de cuatro años si aceptásemos las exigencias de los pilotos". Y advirtió que "Iberia podría desaparecer si no superamos esta situación".

El portavoz del Sepla, Andoni Nieto, en declaraciones a la Cadena SER, se preguntó por las razones que obligan a Iberia a no firmar el convenio, cuando "nuestra última oferta se ajusta a lo que la compañía demandaba hace un par de meses. No entendemos por qué no se firma, no sabemos que tipo de interés bursátil, económico u oculto puede haber".

 

Los reveses de una huelga anunciada

Barajas vivía ayer un silencio extraordinario en la terminal de Iberia. La mayor parte de los pasajeros había previsto la huelga de pilotos y cambiado su billete de Iberia por el de otras compañías (Spanair y Air Europa) o por otro día. La puntualidad media del 84% tampoco dejaba margen a la crispación. Sin embargo, y "pese a que todo estaba programado con antelación", según fuentes de Iberia, quedaron varios cabos sueltos.

Javier y Amaia llegaron al aeropuerto de Madrid con el tiempo justo para coger su avión e iniciar sus vacaciones en Egipto. Habían llegado desde Pamplona en coche, ya que habían perdido su vuelo de Iberia, Pamplona-Madrid, de las 7.00 horas. Nadie les había avisado de que era uno de los cancelados por la huelga. "Iberia nos ofreció otra alternativa", dijo Amaia. "Podríamos haber viajado hasta Vitoria y coger allí otro avión, pero este plan no se ajustaba a nuestro horario y era igualmente complicado". Algo afectados, criticaron la actitud de los pilotos en esta huelga, que les hizo perder tiempo y dinero, "algo que no sabemos si vamos a recobrar", añadió.

Manuel, imitador de profesión, venía desde Bogotá para continuar viaje hasta Bilbao. Cuando llegó a la terminal vio que su vuelo de las 12.00 horas estaba cancelado. Tampoco a él le avisaron. Debía esperar seis horas hasta coger el próximo avión. "Tomaré esto con calma, mucha calma, y serenidad, aunque no debería", apuntó imitando a Jesús Gil.

Con menos humor se tomaron el revés otros pasajeros de avanzada edad que llegaban de un viaje organizado a Punta Cana (República Dominicana). Mientras hacían cola para el cambio de billete, arremetían contra los pilotos: "No hay derecho a que unos privilegiados tengan tanto poder como para manejar al pueblo a su antojo; es injusto que traten así al ciudadano de a pie".

Hubo más imprevistos. Iberia los justificó "en la falta de información por parte de touroperadores internacionales que no avisan a los pasajeros de fuera de España sobre la huelga de pilotos".

 

Rato asegura que el Gobierno no intervendrá en el conflicto

El vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, aseguró ayer que el Gobierno "no tiene que intervenir" en el conflicto, ya que debe limitarse a garantizar el mantenimiento de las actividades que tienen efectos sobre el interés general, como son los servicios mínimos.

Rato indicó que la responsabilidad de alcanzar un acuerdo que evite nuevas jornadas de huelga recae en la voluntad de diálogo de los responsables de la empresa y del sindicato Sepla. "Los intereses pueden ser muy legítimos, pero tienen que tener límites de sentido común que no pongan en peligro el interés general", reiteró.

El portavoz socialista en la Comisión de Infraestructuras del Congreso, José Segura, exigió ayer la actuación de los Ministerios de Fomento y de Trabajo y Asuntos Sociales para resolver la confrontación.

Doble responsabilidad

En su opinión, esta huelga es una responsabilidad "compartida" entre los pilotos y los ejecutivos, y estos últimos, apuntó, "deberían pensar que la situación de competitividad de la compañía con otras que prestan servicios equivalentes debe traer consigo otra manera de funcionar".

El coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, exigió la intervención y la mediación del Gobierno "porque la privatización de la empresa no implica elusión de responsabilidades". A su vez, UGT pidió que se lleve a cabo una auditoría externa de la negociación colectiva en Iberia en los últimos 10 años, para que se vea qué hay de realidad y de desviación sobre lo acordado".

Por otro lado, el secretario general de la Federación Española de Hostelería, José Luis Guerra, dijo ayer que la huelga puede tener efectos "dramáticos" para los hoteles, restaurantes y todo el sector relacionado con el turismo. Precisó que para los turistas que llegan a España procedentes de otros países, la protesta tendrá menos repercusión porque suelen viajar en vuelos chárter o de compañías extranjeras.

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