Arafat ratifica en Madrid su compromiso con el alto el fuego
En un momento en el que los brotes de violencia eclipsan el alto el fuego acordado en Oriente Próximo, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasir Arafat, reiteró ayer en Madrid su intención de hacer todo lo que esté en su mano por cumplirlo y pidió que se envíen con urgencia observadores internacionales para mantener la seguridad.
Prometo en mi nombre y en el del pueblo palestino que vamos a hacer todo lo que podamos para controlar la situación y no vamos a tolerar a ninguna persona que vaya en contra de esto", afirmó ayer Arafat en la rueda de prensa ofrecida junto el presidente español, José María Aznar. Ambos líderes mantuvieron antes una entrevista en la que reconocieron la importancia de asumir el informe Mitchell en su globalidad como requisito indispensable para retomar el proceso de paz.
Aznar subrayó insistentemente su respaldo, así como el de la UE y EE UU, al "contenido global" del informe, que contempla tres fases: una, que exige el alto el fuego total; otra, en la que se establecerá un periodo para desarrollar medidas de confianza, y una tercera, que supondrá la vuelta a las conversaciones de paz.
El líder palestino y el presidente español coincidieron en resaltar como base para las negociaciones el principio de la Conferencia de Madrid de "paz por territorios" y Aznar calificó de "absolutamente necesario" que se paralicen los asentamientos judíos de Gaza y Cisjordania.
Arafat denunció una vez más el asedio que sufre su pueblo "por el cerco militar, económico y de abastecimiento de medicamentos" y culpó a parte del Ejército israelí de apoyar la violencia protagonizada por los colonos israelíes.
Más observadores
El líder palestino, que agradeció la colaboración de la UE y EE UU como mediadores, pidió el envío de observadores internacionales "lo más rápido posible" para mantener la seguridad en la zona, algo "de suma importancia para nosotros y los israelíes", y destacó que aquellos lugares a los que se enviaron observadores con anterioridad disfrutan de calma. Arafat quiso silenciar los rumores sobre su presunta pérdida de autoridad recordando que él fue elegido por el pueblo palestino y despreció la supuesta venta de explosivos de ETA al grupo integrista Hamás, recogida el día anterior por un periódico, ironizando que "no hay que venir aquí a coger un fusil", en referencia a la abundante oferta de armas de Oriente Próximo.
Sobre su relación con el presidente de EE UU, George Bush, quien hasta ahora ha evitado reunirse con él, el dirigente árabe dijo que agradecería una invitación para hacerlo. Aznar señaló que Arafat es "un interlocutor básico con el que hay que tratar", pero negó que él hiciera de mediador. La Casa Blanca sí confirmó ayer, sin embargo, que el primer ministro israelí, Ariel Sharon, visitará a Bush la próxima semana.
Israel estudia desmarcarse del Plan Tenet
La muerte, el pasado lunes, de dos colonos judíos por ataques palestinos ha puesto al primer ministro israelí, Ariel Sharon, bajo fuertes presiones para que dé marcha atrás en el acuerdo de alto el fuego alcanzado la semana pasada y recogido en el Plan Tenet. El líder israelí comenzó ayer una reunión con su gabinete de seguridad, que continuará hoy, para decidir si se desmarcan del acuerdo alcanzado con los palestinos por mediación del director de la CIA, George Tenet, por el que ambas partes pactaron un cese de la violencia, informa Reuters. "Continuamos comprometidos con el plan Tenet, dijo ayer Raanan Gissin, portavoz de Sharon, "pero el alto el fuego no funciona. No podemos continuar así, se está asesinando a gente".
En represalia por las muertes del lunes, Israel endureció ayer los bloqueos militares a tres ciudades palestinas, a pesar de que se habían comprometido a aliviarlos. Los recientes acontecimientos ponen en duda que, como estaba previsto, los representantes israelíes y palestinos fijen hoy la fecha para levantar el bloqueo y continuar así el proceso de paz, después de los nueve meses de violencia que han dejado un saldo de casi 600 muertos.
Por otra parte, Israel confirmó ayer que había reforzado su potencial militar con la compra de 50 aviones F-16 a EE UU.