Escaso seguimiento de la huelga pese a los piquetes
La huelga general convocada ayer por UGT y CIG en Galicia no logró paralizar la actividad de esta comunidad, pese a los violentos piquetes que generaron varios disturbios en la madrugada de ayer. Hubo 11 detenidos, dos policías heridos y un huelguista perdió una mano al estallarle un petardo que iba a arrojar.
Como es habitual, las cifras de seguimiento de la huelga general convocada ayer en Galicia por UGT y CIG en protesta por la reforma laboral y el acuerdo de las pensiones son extremadamente dispares según la fuente. La Xunta de Galicia calculó que el paro fue secundado por un 14,2% de los trabajadores gallegos, frente al 80% de seguimiento cifrado por los sindicatos.
La jornada de huelga transcurrió entre numerosos incidentes provocados por violentos piquetes en la madrugada del viernes, sobre todo en Vigo y A Coruña. El resultado fueron 11 huelguistas detenidos, de los que sólo uno de ellos pasó a disposición judicial, y dos policías nacionales heridos, según la Delegación del Gobierno en Galicia.
El incidente más importante ocurrió en A Coruña, donde un trabajador sufrió la amputación de una mano y quemaduras en cara y antebrazos, al intentar lanzar un artefacto explosivo en la estación de autobuses de esta localidad.
El secretario general de UGT, Cándido Méndez, que participó en la manifestación celebrada en Vigo calificó de "muy positiva y estimulante" la respuesta a la huelga y restó importancia a la acción de los piquetes, porque "este tipo de incidentes son inevitables", dijo. Criticó, sin embargo, "la contundencia con la que actuó la policía" golpeando a medio centenar de afiliados ugetistas, denunció Méndez.
La incidencia del paro fue mayor en las grandes empresas industriales, aunque la prestación de servicios mínimos garantizó la producción en la mayoría de ellas. Así, en la central térmica de Endesa-As Pontes la huelga afectó a más de 60% de los empleados, pero no repercutió en la producción de energía. Otro de los puntos fuertes de la huelga estuvo en el sector naval, donde el seguimiento fue más relevante en los astilleros de Vigo y en los de Izar en Ferrol.
UGT y CIG convocaron también manifestaciones en las principales ciudades de toda Galicia, que lograron concentrar a unos 60.000 trabajadores en toda la región, según los convocantes.
El sindicato mayoritario del país, CC OO, no convocó esta huelga, ya que a pesar de rechazarla, reconoció que ayer se produjo en Galicia una "significativa movilización de los trabajadores", si bien indicó que "está lejos de ser una huelga general".
El portavoz del Gobierno, Pío Cabanillas, calificó el paro como un "claro fracaso" y criticó que las actuaciones de los piquetes "no hayan sido muy pacíficas".