El gremio de restauración reclama ayudas para formar a los empleados
El Gremio de Restauración de Barcelona ve con dificultad el acceso a la formación en los establecimientos de restauración familiares. Según dijo ayer el gerente del gremio, Jordi Torre de Mer, "si en las empresas de tres o cuatro trabajadores uno accede a un curso de formación, esto puede llegar a perjudicar a la empresa. Se ha de estudiar que el que reciba la formación lo haga o bien fuera del horario laboral o bien dentro de la empresa".
La asociación reconoce que sólo un 16% de sus miembros ha llevado a cabo un plan de mejora de su negocio en los últimos años, a través de cambios en la gestión o de formación en sus empleados.
El gremio señala que esto se debe al alto coste económico que supone para los ba-res, restaurantes y cafeterías de Barcelona, así como a la falta de tiempo para llevarlo a cabo.
Asimismo señalan que un 97% de los establecimientos considera que su negocio podría mejorar si aplicasen nuevas ideas o se introdujeran cambios en la gestión. De esta manera, el gremio de restauradores hace patente su reclamación de un plan de modernización del sector que supla las deficiencias actuales en materia de calidad del servicio.
En este sentido, la Generalitat de Cataluña ha manifestado su interés para ofrecer a este sector gremial un plan de modernización que dé respuesta a sus necesidades.
Estos datos se reflejan a partir de un estudio sobre la calidad del servicio de la restauración en Barcelona que ha realizado el gremio de la Ciudad Condal. La muestra escogida al azar consta de 500 establecimientos asociados de todos los distritos de Barcelona, de los que un 95% tiene entre uno y cinco trabajadores. Se trata en su mayoría de negocios familiares que, a pesar de ser conscientes de la necesidad de reciclaje y renovación permanente que exige el mercado, no tienen la posibilidad de formarse para hacer frente a este reto.