Los Quince se resisten a fijar una fecha para la ampliación al Este
Suecia desea rematar su primer semestre presidencial en la UE arrancando a sus socios comunitarios una fecha precisa para el comienzo del proceso de ampliación hacia el Este.
Pero no parece que los 14 Estados miembros restantes vayan a ceder, ni siquiera por cortesía hacia su anfitrión, el primer ministro Goran Persson.
El Consejo Europeo que se inicia hoy a orillas del mar del Norte no se muestra dispuesto a ir más allá de una reiteración lo más profunda y convincente posible de los plazos barajados hasta ahora. Es decir, que la UE habrá concluido a finales de 2002 el proceso interno de reforma institucional imprescindible para operar con 27 miembros. Y que los candidatos que hayan cerrado todos los capítulos de negociación podrán participar en las próximas elecciones al Parlamento Europeo (2004), incluso si sus tratados de adhesión no han sido ratificados por todos los Estados miembros.
Esta última oferta a los aspirantes ha cobrado especial valor tras el referéndum irlandés para la ratificación del Tratado de Niza.
El fracaso del Gobierno de Bertie Ahern en su búsqueda del respaldo popular a un texto imprescindible para la ampliación (fija el futuro reparto de votos en las instituciones comunitarias) ha provocado inquietud entre los países candidatos.
El primer ministro irlandés intentará explicar a sus homólogos en la sesión matinal de hoy las posibles causas de la victoria del no en un referéndum que registró una abstención del 62%.
Entre la amalgama de hipótesis, los temores del electorado a la definición de una política común de defensa parecen esconderse tras una buena parte de las papeletas del no. La UE parece dispuesta a ofrecer a Ahern una declaración anexa al Tratado de Niza donde se exprese un escrupuloso respeto a la tradicional neutralidad de Dublín
La otra hipótesis del recelo irlandés apunta a la supuesta injerencia de Bruselas en la política presupuestaria de Dublín, por medio de las Orientaciones Generales de Política Económica.
La omnipresencia de los ministros de Economía en las cumbres de los primeros ministros acotará precisamente el debate sobre las nuevas Orientaciones para 2001.
El Consejo Europeo aprobará esta tarde un texto que profundiza la coordinación de sus políticas económicas y cuyas recomendaciones deberán cumplirse bajo la vigilancia estricta de la Comisión Europea, como prueba el caso irlandés.