Standard & Poors cree que pueden mejorarse las cédulas territoriales
Las nuevas cédulas territoriales que creará la Ley Financiera abrirán las posibilidades de emitir deuda a las entidades financieras, pero su regulación aún puede mejorarse. Según un informe de la agencia de calificación Standard & Poor's (S&P), a la luz del actual anteproyecto de esta ley existe "incertidumbre" sobre cómo se solventará el pago a los compradores de los títulos si el emisor (bancos, cajas o cooperativas de crédito) es insolvente. Este vacío resta calidad y seguridad a estos bonos.
Las cédulas territoriales son títulos de deuda que las entidades venden para captar más fondos y que están respaldados por la cartera de créditos de una Administración pública (los diferentes Gobiernos territoriales y sus empresas públicas). Ahora sólo existen las cédulas hipotecarias, que las entidades también utilizan para refinanciarse, pero cuya garantía son los créditos hipotecarios del banco o la caja en cuestión.
S&P destaca que, al contrario que en otros países europeos, la ley no garantiza un mecanismo para que no haya impago en caso de insolvencia del emisor de las cédulas.
Alemania, Francia y Luxemburgo recogen en sus leyes este mecanismo que asegura los pagos a los tomadores de las cédulas.
"Para Standard & Poor's esto supone una diferencia sustancial en comparación con Europa en términos de calidad crediticia", explica la analista Ángela Cruz. El Gobierno aún no ha aprobado la Ley Financiera. S&P cree que el desarrollo de estas cédulas dependerá del texto final de la ley.
La agencia de rating considera muy positiva la creación de este instrumento, especialmente porque está respaldado por los préstamos de las Administraciones, que califica como "robustos", en general. Además, las 19 instituciones que S&P tiene calificadas exhiben calificaciones muy altas, entre A+ y AA+. Las cédulas territoriales cuentan con una garantía mayor porque el límite para emitir títulos es el 70% del importe de los créditos, frente al 90% en las hipotecarias.