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Cuatro comunidades autónomas y once provincias, por encima del 4,5%

El aumento de los precios es especialmente preocupante en comunidades autónomas con un alto crecimiento económico y en el que el sector servicios ocupa un peso específico importante. El diferencial de inflación de España con respecto a la zona euro se mantiene en torno a un punto tras el fuerte incremento de los precios en países centrales, como Alemania y España.

El análisis del comportamiento de los precios por comunidades autónomas refleja un panorama caracterizado por fuertes tensiones inflacionistas en todas ellas, pero con sensibles diferencias dependiendo de la estructura económica de la zona y el grado de desarrollo.

El dato más preocupante se encuentra en que cuatro comunidades autónomas y 11 provincias se están acercando peligrosamente al 5% de incremento de precios; algunas, incluso lo han superado.

Murcia ostenta hoy por hoy el triste honor de ser la comunidad en que los precios han crecido más (5%) en los últimos 12 meses. Su estructura de consumo refleja tensiones inflacionistas en casi todos los sectores, especialmente en el que agrupa a hoteles, cafés y restaurantes, que llevan acumulado un incremento medio del 7,5% en sus tarifas desde mayo de 2000.

Baleares y La Rioja (4,7%), respectivamente, le siguen muy de cerca y comparten con ella un desarrollo turístico muy elevado. Extremadura (4,6%) es la cuarta comunidad en discordia, que goza en los últimos años de un alto crecimiento económico, aunque generador de inflación.

El análisis por provincias marca tendencias similares. Once de ellas han superado ya un crecimiento de los precios del 4,5%. A la cabeza se sitúan Jaén (5,1%) y Córdoba, Valladolid y Murcia (5%).

El diferencial de precios entre comunidades autónomas es extensible también a nivel comunitario. España lleva dos años con un diferencial de inflación con respecto a la media de la zona euro entre 1,0 y 1,5 puntos. En abril se encontraba en 1,1 puntos. En mayo, y a falta por conocer los datos oficiales que publicará Eurostat la próxima semana, es probable que este diferencial se haya reducido en alguna décima, a tenor del fuerte repunte de los precios experimentado en países centrales, como es el caso de Alemania y Francia.

En España, la inflación en tasa armonizada (homologada por Bruselas para poder ser comparada con el resto de Estados comunitarios), que publicó ayer también el INE, se aupó al 4,2% en mayo, al igual que ocurrió con el índice general. En Alemania, los precios subieron un 0,5% en el mismo mes, elevando la tasa interanual al 3,5%, un dato desconocido desde 1993.

Francia, el otro país central de la UE, ha situado su inflación en el 2,3% después de un notable incremento de siete décimas.

El descontrol de los precios en la mayor parte de los países comunitarios, como consecuencia del encarecimiento del petróleo y la debilidad del euro, está poniendo entre la espada y la pared la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE). Una rebaja de tipos de interés incentivaría el crecimiento económico, pero echaría más leña al fuego de las tensiones inflacionistas.

Una subida del precio oficial del dinero (actualmente se encuentra en el 4,5%) se-ría más saludable para el control de los precios, pero podría ser tomado en los mercados como un síntoma de debilidad del Banco de Francfort para atajar la desaceleración económica en la unión monetaria, algo que podría dañar aún más la salud del euro, según opinan gran parte de los analistas.

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