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INTERNACIONAL

La Reserva Federal no detecta signos de mejora en la economía de EE UU

El último Libro Beige de la Reserva Federal confirma que la mayoría de las regiones de Estados Unidos registró "pocos cambios o desaceleración en abril y mayo". Y los indicadores de ventas al por menor publicados ayer confirman que la demanda se desaceleró con fuerza el mes pasado.

El diagnóstico económico del Libro Beige de la Reserva Federal es bastante pesimista. La actividad económica de la mayoría de los distritos se mantuvo "con pocos cambios o se desaceleró en abril y mayo", las ventas al por menor y el turismo "han estado lentos o estancados en toda la nación" y la actividad industrial "ha caído o se ha mantenido débil" en casi todas las regiones.

El panorama también es de crisis en la agricultura y la minería. Y el mercado laboral ha empeorado en casi todos los distritos.

El único punto optimista detectado por el banco central es el aumento registrado en la exploración energética. Y los precios "parecen estables" si se excluyen los apartados de energía y sanidad.

Con lo cual parece claro que la acelerada bajada de tipos de interés puesta en marcha por el banco central estadounidense en lo que va de año todavía no ha conseguido impulsar el ritmo de crecimiento.

La Reserva Federal ha bajado los tipos interbancarios 2,5 puntos desde el pasado mes de enero, colocándolos al 4% (el nivel más bajo en siete años). Y la mayoría de los analistas cree que volverá a recortarlos en su próxima reu-nión de los días 26 y 27 de junio.

Riesgos

El vicepresidente de la Reserva Federal, Roger Ferguson, también presentó ayer un panorama bastante cauteloso durante su sesión de confirmación en el Comité Bancario del Senado.

Según Ferguson, la economía estadounidense está creciendo "muy por debajo de su potencial" (que en su opinión es de en torno al 3%) y sigue afrontando "riesgos de desaceleración".

El banquero dijo que el declive de la productividad sufrido en el primer trimestre (1,2% menos, el peor dato en ocho años) no es sorprendente si se tiene en cuenta la fuerte desaceleración del ritmo de crecimiento económico. Y anotó que mantiene un "optimismo cauteloso" sobre la posibilidad de que el dato de productividad vuelva a repuntar pronto.

En cuanto a la demanda, dijo que los estadounidenses mantienen por ahora niveles de consumo aceptables, pero avisó que esto puede cambiar si continúa la ola de despidos masivos.

Y los indicadores de ventas publicados ayer parecen darle la razón.

Según informó el Departamento de Comercio, las ventas minoristas crecieron un 1,4% en abril (en lugar del 1,1% anunciado previamente) y un ínfimo 0,1% en mayo (por debajo de la ya modesta previsión del 0,2% hecha por los expertos).

Mucho más optimista que Ferguson se mostró el subsecretario del Tesoro, John Taylor, que declaró en París que espera que la economía de EE UU se reactive en el tercer y cuarto trimestre, y que el PIB crezca un 3% en 2002, según informó Reuters.

Taylor se permitió, además, dar consejos a la Unión Europea sobre cómo impulsar su ritmo de crecimiento: "Todos sabemos lo que puede y debe hacerse. Existen medidas en el campo monetario y en el fiscal y espero que cuando se evalúe el grado de desaceleración, y cómo está la inflación, las decisiones adecuadas serán adoptadas".

Por otro lado, el Departamento de Trabajo estadounidense comunicó que los precios a la importación subieron un 0,3% en mayo, tras haber bajado un 0,6% en abril. Es la primera subida desde septiembre y estuvo provocada sobre todo por el repunte en productos petroleros (5,5% más). Excluyendo petróleo y derivados, los precios bajaron un 0,2%.

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