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Lufthansa zanja el conflicto con una subida del 16,7%

Tras un conflicto laboral que se saldó con tres jornadas de huelga en mayo, que paralizaron buena parte del tráfico aéreo alemán, Lufthansa y el sindicato Cockpit llegaron ayer a un acuerdo. æpermil;ste concede a los pilotos sustanciales incrementos salariales que, sólo este año, costarán a la aerolínea 230 millones de marcos, 19.600 millones de pesetas.

Tras un conflicto laboral que se saldó con tres jornadas de huelga en mayo, que paralizaron buena parte del tráfico aéreo alemán, Lufthansa y el sindicato Cockpit llegaron ayer a un acuerdo. æpermil;ste concede a los pilotos sustanciales incrementos salariales que, sólo este año, costarán a la aerolínea 230 millones de marcos, 19.600 millones de pesetas.

El arreglo, que aún tiene que ser sometido a la aprobación de los 4.200 pilotos agrupados en Cockpit, es producto del arbitraje dirigido por el ex ministro alemán de Exteriores Hans-Dietrich Genscher. Los pilotos recibirán este año un aumento salarial del 12% y un plus de dos salarios mensuales, lo cual, según Lufthansa, equivale a un incremento del 16,7%. Para 2002 se garantiza otro aumento del 2,8%, al que se sumarán la media de las subidas salariales de Alemania occidental (que la aerolínea estima en un 2,5%) y varios complementos.

Cockpit había roto las negociaciones y convocado la primera huelga, el 4 de mayo, con una exigencia de aumento salarial medio del 35%, que luego se redujo al 24%. Hasta ayer, las ofertas de Lufthansa no habían superado el 15%.

De refrendarse por las bases sindicales ¿lo cual se daba por seguro ayer¿ el acuerdo regirá durante tres años y tres meses, un periodo de paz laboral garantizada, que Genscher destacó como uno de los aspectos más positivos del convenio.

Lufthansa, sin embargo, tendrá que pagar un alto precio por ello: 230 millones de marcos, según constató Stefan Lauer, jefe de personal y encargado de las negociaciones de la aerolínea.

Además, se estima que las tres jornadas de huelga provocaron pérdidas de casi 125 millones de marcos (10.600 millones de pesetas). Estos costes podrían complicar la cuenta de resultados de Lufthansa, que ya comunicó que en el primer trimestre los beneficios de explotación pasaron de 194 millones de marcos a 10 millones.

Buena parte de esta caída de beneficios se explica por las provisiones para blindarse contra el incremento de los precios de los carburantes y sustanciales inversiones en los sistemas informáticos y el comercio electrónico.

Una de las lecciones que deja la huelga son las distorsiones que resultan de la existencia de distintos sindicatos sectoriales en una única empresa, según recalcó el ex ministro Genscher. En marzo pasado, los demás empleados de Lufthansa apenas habían podido negociar un 3,5% de aumento salarial este año, más participaciones en los beneficios de la compañía.

El evidente contraste con lo logrado por los pilotos ha puesto en aprietos al recién fundado sindicato de servicios alemán Verdi, que dirigió las negociaciones en nombre del personal terrestre y los auxiliares de vuelo. Verdi adelantó ayer que ya no será tan complaciente en futuras negociaciones.

Los pilotos habían justificado sus exigencias en que a inicios de los años noventa renunciaron a aumentos salariales para posibilitar el saneamiento de la compañía.

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