Londres impide que la UE imponga IVA a todo el comercio electrónico
El Reino Unido ha frenado una vez más las intenciones de la Unión Europea de equiparar a efectos impositivos el comercio electrónico con los canales más tradicionales. Los bienes digitales comercializados a través de Internet (programas de ordenador, vídeos, música, etcétera) seguirán escapando de momento al impuesto sobre el valor añadido si el domicilio fiscal del servidor se encuentra fuera de la UE.
La semana pasada arreció la presión de las empresas europeas a favor de que el impuesto sobre el valor añadido (IVA) grave todas las operaciones comerciales realizadas a través de Internet. Multinacionales de la talla de KPN, Unilever, Deutsche Post o Siemens mostraron un inusual fervor fiscal en vísperas del Consejo de Ministros de Economía de la UE, celebrado el pasado lunes en Luxemburgo.
Los Quince discutían ese día, por enésima vez, la propuesta de directiva de la Comisión Europea para gravar con IVA todos los bienes digitales distribuidos por medio electrónico. Bruselas intenta frenar con ella la pérdida de ingresos en las arcas nacionales y comunitarias que supone la venta sin impuestos de programas de ordenador, música, vídeos, DVD, etcétera, a través de la Red. Pero el texto incluye además, para regocijo de las mencionadas multinacionales, la extensión del IVA a todos las ventas vía Internet con independencia del origen de la empresa.
Ine Lejeune, de la consultora PricewaterhoueCoopers y portavoz del grupo de presión que integra a una veintena de multinacionales con sede en Europa, cree que de este modo se eliminará la desventaja competitiva que sufren las empresas europeas en el comercio electrónico. Ninguna de ellas puede escapar a la obligación de imponer el IVA de su país de domicilio, que oscila entre el 15% de Luxemburgo y el 25% de Dinamarca. "Su única salida es buscar un domicilio fiscal fuera de la Unión", indica la portavoz.
Para evitarlo, los Quince trabajan desde el 3 de abril de 1998 en un proyecto legislativo que aspira a someter a IVA a todas las empresas que obtengan ingresos en la UE por encima de un determinado umbral (se habla de 100.000 euros, más de 16 millones de pesetas). Las posiciones de los Estados miembros se han acercado considerablemente desde entonces, y el pasado lunes las empresas que representa Lejeune acariciaron el acuerdo. Pero Londres frenó la iniciativa. El Gobierno de Tony Blair (que hoy pasa su reválida en las urnas) se resiste aceptar una propuesta que, en su opinión, puede desatar una guerra comercial con EE UU. Londres es partidario de que todo el proceso de fiscalidad en los nuevos canales de venta se enmarque dentro de la OCDE.
Registro en Europa
La presidencia sueca de la UE asegura que el texto consensuado por las 14 delegaciones restantes respeta las directrices marcadas por ese organismo internacional. Pero el ministro de Finanzas británico, Gordon Brown, bloqueó el lunes el acuerdo.
La propuesta contempla la obligación de todas las empresas extracomunitarias de registrarse en un Estado miembro de su elección y aplicar el IVA correspondiente. La previsible predilección por el tipo más bajo de Luxemburgo (que es del 15%, frente al 25% de países como Suecia o Dinamarca) ha obligado a buscar una fórmula de reparto de los tributos entre las haciendas de todos los Estados miembros.
Algunos Estados van más allá en sus pretensiones y piden que se obligue a las empresas de comercio electrónico a registrarse en cuantos lugares quieran comercializar sus productos.