Repsol y Cepsa auguran gasolina más cara tras el fallo de Competencia
Tanto Cepsa como Repsol se mostraron ayer dispuestas a adaptar sus contratos de abanderamiento en exclusiva a la nueva normativa, pero al tiempo lanzaron una clara advertencia. Ambas aseguraron que dejar de imponer los precios a sus comisionistas provocará una subida de los precios porque los gasolineros querrán aumentar sus márgenes de beneficio.
El presidente de Cepsa, Carlos Pérez de Bricio, volvió a insistir ayer que si finalmente la Audiencia Nacional ratifica la resolución emitida el martes por el Tribunal de Defensa de la Competencia (TDC), que ordena la suspensión del actual sistema de fijación de precios por parte de la petrolera a sus estaciones de servicio abanderadas, "adaptaremos los contratos a la nueva normativa".
No obstante, Pérez de Bricio manifestó, en el transcurso de las jornadas Petróleo 2001: mercados y precios organizadas por la Comisión Nacional de la Energía, que no cree que ese cambio en el sistema de precios provoque una rebaja de los combustibles.
De hecho, recordó que una hipotética disminución de los carburantes iría en contra de otra denuncia, formulada por los gasolineros independientes ante el TDC, que acusa a las petroleras de mantener los precios por debajo de los costes para evitar la entrada en el mercado de nuevos competidores.
Por su parte, fuentes de Repsol presentes en dichas jornadas aseguraron que con un entorno de precios del petróleo como el actual (con niveles cercanos a los 30 dólares por barril) lo lógico es que los precios evolucionen al alza, "ya que no existe mucho margen para las rebajas".
En contra de estas tesis se manifestaron ayer fuentes de la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicios (Ceees), quienes auguraron que la resolución del tribunal provocará una mayor dispersión de los precios y una "competencia feroz" entre las distintas estaciones de servicio, lo que beneficiará al consumidor con combustibles más baratos.
Efectos no inmediatos
De hecho, el presidente de la Ceees, Juan Prats, aseguró, en el marco de las mismas jornadas, que la confirmación de la resolución dictada por el TDC supondrá que los propietarios de estaciones de servicio abanderadas por Cepsa pasen a tener con la petrolera la misma relación que tienen los comerciantes con sus proveedores.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Propietarios de Estaciones de Servicio de Andalucía, asociación que interpuso la denuncia contra Cepsa y Repsol, Andrés Delgado, aseguró que la relación entre la petrolera y sus abanderados no variará definitivamente hasta que la Audiencia Nacional no ratifique la resolución, por lo que "como efecto inmediato no debemos esperar que los precios sufran fuertes oscilaciones".
Delgado explicó que sí comenzará a existir dispersión real de precios, porque el empresario, en la nueva situación, si quiere luchar en el mercado por mayores ventas sólo podrá hacerlo mediante descuentos". Las reacciones a la resolución del TDC se sucedieron ayer desde todos los ámbitos.
El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía, Rodrigo Rato, aseguró que con el nuevo modelo contractual los precios podrán subir o bajar en función de la política comercial que adopte cada empresario. No obstante, el ministro de Economía advirtió que "se trata de un sector muy condicionado por el coste de la materia prima que es el petróleo".
También la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) y la Confederación Española de Consumidores y Usuarios (CECU) reaccionaron a la resolución hecha pública por el TDC, calificando la multa de 200 millones impuesta a Cepsa como claramente insuficiente. En opinión de los consumidores, la sentencia viene a dar la razón a la mencionada asociación que en numerosas ocasiones ha manifestado sus sospechas de que el sector petrolífero español sigue cerrado a la competencia y que los consumidores son cautivos de esta situación por mucho que se hable de liberalización, subraya la CECU en un comunicado.
Asimismo, la confederación solicitó que el TDC actúe contra el resto de petroleras que incurren en prácticas idénticas de fijación de precios a sus abanderados.