Fercoval quiebra dos meses después de la crisis de Helesa
La constructora Fercoval ha presentado en un juzgado de Valencia la petición de quiebra voluntaria dos meses después de que una suspensión de pagos de su matriz, Helesa, afectara a más de 50 pequeños proveedores. La mayoría de los suministradores de Fercoval habían aceptado pagarés de Helesa después de varios meses sin cobrar, y se sintieron engañados por la suspensión de pagos de esta empresa.
Los acreedores de Fercoval han tenido peor suerte que los de la otra empresa del constructor Valerio Soto, Herrajes Eléctricos (Helesa), dedicada a la producción de materiales de construcción. Fercoval ha solicitado la quiebra voluntaria después de pasar nueve meses retrasando pagos a sus suministradores.
Tres empresas de material para construcción -IEB, Ceinsa y Esvicar- suman más de 500 millones de pesetas (tres millones de euros) de créditos con Fercoval, según han revelado sus responsables a este diario. La deuda total de la compañía supera los 1.000 millones, según estas fuentes.
Sin embargo, gran parte de los empresarios afectados por pequeñas deudas con la constructora son ahora acreedores de Helesa, que presentó suspensión de pa-gos a finales de marzo -admitida con fecha 4 de abril-, con un pasivo de unos 1.500 millones de pesetas (9,02 millones de euros).
Alrededor de medio centenar de empresas aceptó como pago por parte de Fercoval, desde noviembre de 2000 y durante varios meses, pagarés a 120 días de Herrajes Eléctricos. Cuando no pudieron cobrar los pagarés y empezaron a reclamar a esta empresa -ambas comparten oficinas-, la empresa suspendió pagos.
Quejas de los proveedores
Estos proveedores, que dicen sumar unos créditos de 200 millones de pesetas (1,2 millones de euros), se manifestaron ante el domicilio del empresario Valerio Soto, propietario del 60% de Fercoval -su familia posee otro 25%-. El otro accionista de Fercoval, Fernando Noguera (15%), dimitió de su cargo de administrador de la constructora el 14 de febrero pocos días antes de que se destapara la falta de liquidez de Helesa.
Los pequeños acreedores culpan a Valerio Soto de la situación, ya que aseguran que la empresa registró beneficios entre los años 1997 y 1999 y su facturación media rondaba 2.500 millones de pesetas (15,03 millones de euros).
Uno de los contratistas acreedores de Fercoval, la empresa Esvicar, se ha querellado contra Soto, al que acusa de estafa por eludir el pago de su deuda mediante sucesivas letras y pagarés que los bancos devolvieron.