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Los tabaqueros advierten que sin subvenciones desaparecerá el cultivo

La comarca cacereña de La Vera, junto con parte de Campo de Arañuelo y el valle del Alagón, productoras de más del 84% del tabaco español, reciben cada año de Bruselas cerca de 17.000 millones de pesetas en ayudas a este cultivo, recaudan otros 5.000 millones por la venta del producto a las multinacionales y a la empresa pública Cetarsa, generan otros ingresos por la actividad de las empresas auxiliares (mecanización, riegos, abonos, fitosanitarios, etcétera) y suman a estas cifras una última cantidad procedente de las economías satélites hasta obtener un monto de 50.000 millones de pesetas anuales.

Si el cultivo del tabaco desaparece (43.658 toneladas, 12% de la producción europea), toda esta cantidad se convertirá en humo. Por ello, cuando se anuncia cualquier propuesta orientada a eliminar o reducir las ayudas justificada en la contradicción que supone pagar la producción del tabaco y paralelamente, su desincentivación en los consumidores europeos, La Vera estalla.

Lo hizo el pasado viernes por última vez, cuando todas las organizaciones agrarias, las cooperativas, las empresas transformadoras, los sindicatos, los ayuntamientos y hasta las organizaciones financieras reunieron a cerca de 40.000 personas en Navalmoral de la Mata para manifestar su protesta ante la propuesta del presidente de la Comisión Europea, el italiano Romano Prodi, de eliminar la protección de este producto dentro de la estrategia de desarrollo sostenible orientada a mejorar el nivel de vida de los europeos.

Las tierras son pobres y arenosas, por lo que intentar que germinen otros cultivos no es tarea fácil. Se ha probado con espárrago, pero constituye una producción muy poco rentable y posee un mercado muy limitado desde que terceros países inundan Europa con productos a muy bajo precio.

Sólo a través de las ayudas se pueden compensar los enormes costes de producción de este cultivo. De las 560 pesetas a las que se vende el kilo, unas 480 provienen de las ayudas, y sólo el resto es el precio de mercado. Por tanto, sin estas ayudas el cultivo es absolutamente inviable. "Si se elimina el tabaco de la Vera habrá que incrementar el volumen de importaciones, con lo que sólo conseguiremos beneficiar a los compradores, que tendrán precios más baratos y desprotegidos", dice Fernando Moraleda, responsable de UPA.

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