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INTERNACIONAL

Chile refuerza sus pactos comerciales ante la parálisis del Mercosur

El presidente de Chile, Ricardo Lagos, inicia hoy oficialmente una visita de tres días a España con el objetivo de abrir una nueva fase comercial entre los dos países, una vez superada la etapa enrarecida por el caso Pinochet. Lo cierto es que, ante la parálisis del Mercosur, Chile ha apostado por los acuerdos comerciales bilaterales como instrumento para reforzar su economía, y la UE es uno de sus siguientes objetivos.

Chile es la economía más abierta de América Latina, junto a México, lo que aumenta sus posibilidades de expansión y de crecimiento, pero, al mismo tiempo, la hace más vulnerable a los vaivenes económicos internacionales. De ahí la necesidad de reforzar y ampliar su política de acuerdos comerciales, "más aún ante la parálisis que atraviesa el Mercosur", explica el embajador de Chile en España, Mariano Fernández de Amunátegui.

Chile es miembro asociado del Mercado Común del Sur (Mercosur), la unión aduanera formada por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Estos países mantienen un arancel externo común que se sitúa de media en el 13,5%. Chile grava sus importaciones con un arancel medio del 9%, por lo que la integración plena en el Mercosur está descartada mientras los demás países no rebajen el arancel.

"Chile es partidario del Mercosur, si avanza. Somos realistas y no vamos a embarcarnos en nada que no se vaya a aplicar", asegura Amu-nátegui.

El embajador se refiere a la pretensión de Brasil de establecer objetivos comunes de convergencia macroeconómica, al estilo de un pequeño Maastricht. Sin embargo, la crisis de Argentina y ahora también la carioca hacen este proyecto inviable por ahora.

Así las cosas, Chile ha dado prioridad a sus acuerdos con Estados Unidos y la Unión Europea. Esta decisión ha irritado aún más a los miembros del Mercosur, que pretendían negociar estos acuerdos desde el bloque y que mantiene negociaciones paralelas con ambos.

Las conversaciones con la UE se iniciaron en 1999 y avanzan con lentitud. La pretensión chilena es conseguir firmar el acuerdo en 2002 bajo presidencia española (el primer semestre), un objetivo compartido por el Gobierno de José María Aznar.

æpermil;se es uno de los objetivos que impulsan la visita oficial a Madrid, a donde ha viajado, previo paso por Alemania, y en compañía de unos 100 empresarios.

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