España se juega cuatro billones en ayudas con la ampliación de la UE
Andalucía, Extremadura y Galicia son las únicas regiones en las que la ampliación de la UE no evitará que sigan recibiendo fondos estructurales a partir de 2006. Castilla-La Mancha, Murcia y Asturias pueden quedar fuera por puro "efecto estadístico". Valencia, Castilla y León, Canarias y Cantabria tampoco recibirán más ayudas, al haber alcanzado el 75% de la renta media antes incluso de contabilizarse los países del Este.
La ampliación de la Unión Europea hacia el este del continente no afectará de igual forma a las 10 comunidades autónomas, además de Ceuta y Melilla, que actualmente están recibiendo fondos estructurales de Bruselas bajo el criterio de ser Objetivo 1 en la política redistributiva comunitaria. De hecho se pueden establecer tres grupos bien diferenciados.
En el primero de ellos se integran Valencia, Canarias, Cantabria y, muy probablemente, Castilla y León, cuya renta superará el 75% de la media comunitaria (listón máximo para ser considerado Objetivo 1) antes, incluso, de que se produzca la ampliación. Algunas de ellas, como Valencia, ya lo cumplen en la actualidad. Estas regiones quedarán, por razones objetivas, fuera del reparto de fondos estructurales una vez finalice el actual escenario (2000-2006).
El segundo grupo corresponde a las comunidades que en 2006 presumiblemente no alcanzarán el 75% de la renta comunitaria de los Quince, pero que sí la superarían si se incluyera a los candidatos.
Bruselas cuenta con un estudio, elaborado por Eurostat, en el que revela que la adhesión de Polonia, Hungría, Estonia, Eslovenia, Chequia, Eslovaquia, Letonia, Lituania, Malta y Chipre, cuya renta es inferior en muchos casos al 40% de la media comunitaria, sólo dejará a tres regiones españolas (Andalucía, Extremadura y Galicia) por debajo del 75%. Por tanto, otras tres comunidades (Castilla-La Mancha, Asturias y Murcia) corren el serio peligro, si el Gobierno no lo impide en las próximas negociaciones, de ser consideradas regiones ricas por un simple "efecto estadístico", es decir que, debido a la ampliación, superarían el listón para seguir recibiendo ayudas pese a que no alcancen el mínimo exigido actualmente.
El tercer grupo de comunidades lo conforman Extremadura, Andalucía y Galicia, muy por debajo de los niveles de renta comunitarios, algo que les garantiza seguir recibiendo ayudas pese a la ampliación. No obstante, estas regiones también pueden verse afectadas, ya que la llegada de países más pobres reducirá sensiblemente la cuantía de las ayudas que sigan recibiendo.
De hecho, Bruselas calcula que se necesita aumentar de 183.000 a 342.000 millones de euros el presupuesto actual para cubrir al mismo tiempo las regiones Objetivo 1 que se incorporen y los periodos transitorios para las que abandonen la categoría.
A lo largo del actual escenario (2000-2006) España recibirá 43.087 millones de euros ( 7,2 billones de pesetas) de fondos estructurales, de los que 6,5 billones irán a parar a las 10 comunidades (la suma de los tres grupos anteriores) Objetivo 1.
Un total de 2,03 billones se repartirán entre Valencia, Cantabria, Canarias y Castilla y León, y otros 4,51 billones, entre las seis restantes. La continuidad de estas últimas es la que está en juego cuando se inicien las negociaciones para la ampliación, previstas para 2002.
Castilla-La Mancha, Murcia y Asturias, perjudicadas
Murcia, Castilla-La Mancha y Asturias son las comunidades directamente afectadas por el "efecto estadístico" de la ampliación. Su renta actualmente supera el 67% de la media comunitaria, pero no alcanza el 75%, algo que sí ocurriría si se cuenta a los países del Este.
Castilla-La Mancha recibirá hasta 2006 ayudas derivadas de los fondos estructurales para regiones Objetivo 1 por valor de 521.603 millones de pesetas. Bruselas considera prioritario que en los próximos años la región potencie el mallado de comunicaciones, dada su gran extensión geográfica, y corrija los importantes déficits hídricos que limitan el desarrollo económico. En materia de capital humano, advierte que cuenta con una baja tasa de actividad, en gran parte debido a la baja incorporación de la mujer al mercado de trabajo.
Murcia, por su parte, recibirá 280.000 millones de pesetas. Bruselas quiere que los destine a limar también la insuficiencia de recursos hídricos y, por otra parte, a la mejora de la competitividad del tejido productivo.
Asturias, recibirá en los próximos seis años 306.000 millones de pesetas por el mismo concepto. La UE considera oportuno que mejore, en especial, sus infraestructuras de transporte de forma que permita integrar la comunidad plenamente con las demás regiones atlánticas de España, Portugal y Francia. Sugiere que destine otras partidas a la implantación de nuevas empresas, aprovechando suelos industriales en desuso. La continuidad de estas inversiones, más allá de 2006, es lo que ahora está en juego.
De momento, España ha perdido el pulso que planteó a Alemania para condicionar la ampliación de la UE a la negociación de los fondos estructurales. La presidencia sueca de la UE intenta ahora, para contentar a España, que la Comisión Europea realice algún tipo de declaración en la que reconozca el impacto que tendrá la ampliación en el reparto de las ayudas.