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INTERNACIONAL

La lucha por el apoyo de los indecisos centra el cierre de la campaña electoral en Perú

Los dos candidatos a la presidencia de Perú apuraron ayer los últimos cartuchos para captar a los indecisos, que, según las últimas encuestas, son el 10% de los 14,9 millones de electores convocados a las urnas el próximo domingo.

El líder del partido Perú Posible, Alejandro Toledo, sigue siendo favorito, pero su ventaja es de sólo tres puntos. Toledo ganó la primera vuelta de las elecciones, celebrada el 8 de abril, con el 36,5% de los votos. Su rival es el ex presidente Alan García, líder de Alianza Popular Revolucionaria, que consiguió el 25,78% de los votos. Dos meses antes, los sondeos le daban un 2% de apoyo. Ahora las estimaciones de 41% a 38%, a favor de Toledo.

Ninguno de los dos candidatos suscita entusiasmo entre los peruanos. Así que ambos luchan por presentarse como la gran solución para Perú: tanto Toledo como García prometen crear en pocos años más de un millón de empleos. El trabajo es el gran problema del país, el paro es del 7,4% y el subempleo llega al 49,4%, según el Gobierno. La pobreza afecta al 54,1% de los 25,7 millones de peruanos.

Los dos candidatos buscan la simpatía de los electores por caminos opuestos. Toledo se aferra a su origen indígena y reivindica su liderazgo en la lucha contra el ex presidente Alberto Fujimori, que dejó asolado el país tras una década de dictadura encubierta. Toledo defiende el libre mercado y la apertura a Europa para colocar el producto agrícola peruano.

García no cesa de hacer acto de contrición: su etapa en el Gobierno (1985-90) se caracterizó por los atentados brutales de Sendero Luminoso, desempleo crónico y una inflación récord de 7.600%. García propone la vigilancia estatal sobre sectores básicos, como las telecomunicaciones.

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