El Tesoro inyecta cada día a la banca dos billones de liquidez vía subastas
El nuevo sistema de gestión de la tesorería del Estado, por el cual diariamente se transfieren los depósitos del sector público en el Banco de España hacia las entidades de crédito mediante la realización de subastas, ha inyectado a la banca comercial un promedio de casi dos billones de pesetas diarios en los últimos dos meses. La liquidez generada ha permitido a la banca reducir considerablemente su endeudamiento en el mercado interbancario europeo y su apelación a los fondos que otorgan los bancos centrales.
El procedimiento de subastas de liquidez iniciado en febrero por el Tesoro para rentabilizar sus fondos en el Banco de España ha desbordado las mejores previsiones. En sólo cuatro meses, el saldo medio diario que el Tesoro transfiere a las entidades de crédito ha pasado de 861.000 millones de pesetas (5.180 millones de euros) a 2,25 billones de pesetas (13.549 millones de euros), con rentabilidades para el Tesoro superiores incluso a las que obtiene de la emisión de letras, según los resultados de las subastas facilitados por el Ministerio de Economía.
El Tesoro ha conseguido así mejorar considerablemente el rendimiento que percibe por tener el dinero público en la cuenta del Banco de España. Al mismo tiempo, la banca comercial cuenta con una nueva fórmula para obtener liquidez, más barata de la que resulta de acudir al mercado interbancario.
La operativa es similar a las subastas que realiza el Banco Central Europeo con los bancos nacionales. El Tesoro saca cada día los fondos que tiene en su cuenta en el Banco de España para subastarlos entre las entidades que precisan liquidez. æpermil;stas ofrecen una rentabilidad determinada, expresada como diferencial respecto al tipo Eonia, por un porcentaje del saldo que el Tesoro pone en el mercado. El Eonia es el tipo de interés promedio de los préstamos en el interbancario. En todas las subastas realizadas hasta ahora el tipo resultante ha sido menor que el Eonia (con diferenciales marginales de hasta 20 puntos básicos), lo que explica el interés de los bancos por este nuevo procedimiento.
Del conjunto de las pujas, el Tesoro selecciona las que ofrecen una mayor rentabilidad hasta cubrir el 100% de la cantidad que se adjudica. La primera subasta se celebró el pasado 14 de febrero. Entonces se adjudicaron 861.000 millones de pesetas y se obtuvo una rentabilidad del 5,07%. El interés mostrado por los bancos y cajas de ahorros ha sido creciente, de manera que el volumen de peticiones ha desbordado siempre el saldo adjudicado. En las subastas realizadas en mayo, el volumen de fondos solicitado superaba ya un 200% el saldo adjudicado.
Lógicamente, el Tesoro presta su saldo a cambio del depósito de unas garantías (valores de deuda del Estado) y el saldo se recupera diariamente para atender los pagos, con lo que no hay riesgo.
Fuentes de la Asociación Española de Banca AEB explican que gracias a las mencionadas inyecciones de liquidez del Tesoro, las entidades han podido reducir considerablemente su endeudamiento en el mercado interbancario europeo y la apelación a los fondos otorgados por los bancos nacionales.
Obviamente, las entidades aspiran a financiar su actividad crediticia con los recursos de sus clientes, pero cuando los créditos crecen más deprisa que los depósitos necesitan acudir a otras fuentes de financiación para cuadrar sus necesidades de liquidez. Hasta hace poco las cajas tenían muchos excedentes de recursos (obtenían más depósitos de los créditos que otorgaban), por lo que existía un mercado interbancario doméstico muy activo. Las cajas colocaban sus excedentes a los bancos, más deficitarios de liquidez, a cambio de buenas rentabilidades.
El desplazamiento del ahorro de las familias de depósitos a los fondos de inversión y el fuerte tirón de los créditos provocaron un desfase de liquidez en la segunda mitad de los noventa que obligó a la banca no sólo a acudir mucho más al Banco de España, sino a endeudarse en el exterior para obtener recursos.
Rentabilidad
Con la entrada del euro y la progresiva desaparición de los déficit públicos, los Tesoros europeos han ido acumulando excedentes en las cuentas de sus respectivos bancos nacionales. Esta circunstancia y la recomendación del BCE de que se sacaran esos fondos de los bancos nacionales para no distorsionar la política monetaria llevó al Tesoro español, y a otros europeos, a poner en funcionamiento este procedimiento de subastas. El resultado más visible para el Estado ha sido la obtención de rentabilidades superiores al coste que le supone obtener fondos. Así, el Tesoro emitió letras a un año a un tipo medio del 4,32%, cuando la banca comercial pagó por los depósitos un tipo del 4,67%.