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La falta de acuerdo pone al borde de la quiebra a Aerolíneas

Las negociaciones entre la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y el sindicato del personal técnico de Aerolíneas Argentinas concluyeron en un total fracaso. Pedro Ferreras dijo que no habrá "ni un peso ni un dólar más para la compañía". La ministra de Trabajo de Buenos Aires, Patricia Bullrich, recurrirá ante la justicia argentina la legalidad del sindicato.

El presidente de la SEPI aseguró que "Aerolíneas Argentinas está en la antesala de la quiebra desde 1990", fecha de su privatización. De esta manera retórica, Ferreras evitó responder a la pregunta de si el fracaso de las negociaciones de ayer significaban el cierre de la compañía.

Sin embargo, acompañado por la ministra Bullrich y el embajador argentino en España, Ricardo Lafferiere, Ferreras no dudó en afirmar que "mientras no tengamos el acuerdo de todos los sindicatos con el Plan Director no pondremos ni un peso ni un dólar más en Aerolíneas".

En una rueda de prensa en la que el nerviosismo de sus protagonistas estaba a flor de piel, Bullrich detalló la historia de las negociaciones de los últimos meses, y en particular de las últimas 48 horas. Al finalizar cargó duramente contra el secretario general de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA), Ricardo Cirielli, a quien adjudicó la entera responsabilidad del fracaso de las negociaciones, y avanzó incluso un poco más.

"Todos pensábamos que Cirielli había venido a Madrid a firmar un acuerdo y no a pasar unas vacaciones. La compañía está ahora en una situación de extrema gravedad, con el peligro que eso conlleva para 7.000 trabajadores y otros 20.000 que dependen indirectamente de la empresa. Como ministro no permaneceré impasible, y mañana, al llegar a Buenos Aires, elevaré una petición para que la justicia considere si procede que este sindicato y este dirigente conserven su representación legal de los trabajadores".

De esta manera, Bullrich busca tender un nuevo puente que impida una declaración de quiebra inmediata de Aerolíneas por parte de la SEPI. Alguna respuesta positiva encontró en Ferreras, quien aseguró que, "sea cual sea la solución de los próximos días, la SEPI seguirá colaborando con el Gobierno argentino". Aunque aclaró que no está en su mano "acelerar los plazos de la justicia, ni aportar nuevos dineros, ni cambiar la mentalidad de Cirielli". El titular de la SEPI calificó la actitud del dirigente sindical como "absurda, grotesca, absolutamente nega-tiva e insólita, ya que no ha presentado ninguna alternativa, pero se niega a aceptar el Plan Director desde hace un año".

Batalla frontal

Y Bullrich remató este pensamiento de Ferreras al afirmar que el sindicalista "no ha venido a buscar un acuerdo, sino a buscar un conflicto", en lo que se anuncia como una frontal batalla del Gobierno de Fernando de la Rúa contra este sindicato.

Cirielli, por su parte, dijo a este diario que "aquí el único responsable es el Gobierno español, porque fue el que administró durante 10 años la compañía. La endeudó en 1.000 millones de dólares, vendió todos sus activos, la vació e incurrió en administración fraudulenta, todo ello con la complicidad de los funcionarios de turno de los Gobiernos argentinos".

Reafirmó también que "ha-ce un año presentamos un plan de carácter integral, y otro particular para nuestra área técnica. La SEPI lo rechaza y lo único que plantea es reducir salarios, aumentar las horas de trabajo e implantar la polifuncionalidad". Tampoco ahorró críticas a Bullrich, pues consideró que es "una vergüenza que una ministra de Trabajo hable de quitar la legalidad a un sindicato en territorio extranjero, una práctica típica de las peores dictaduras".

Con las espadas en alto, Bullrich y Cirielli regresaron anoche a Buenos Aires en un vuelo de Aerolíneas Argentinas, el mismo que utilizaron dos días antes pero con destino a Madrid.

En la capital argentina, la situación de la empresa está al rojo vivo, ya que los trabajadores continúan sin cobrar los salarios correspondientes al mes de marzo. Si bien Bullrich garantizó ayer que los sueldos se pagarán "en los próximos días", no dio ninguna fecha concreta. Y, lo que hace más complicada la situación, Ferreras puntualizó dos veces durante la rueda de prensa que la SEPI no volverá a perder otros 300 millones de dólares, "como ocurrió desde mayo del año pasado a mayo de este año".

Mientras tanto, en Buenos Aires, un grupo de 120 trabajadores de Aerolíneas Argentinas ocupaban la sede central de la compañía.

Por la mañana, y encabezados por el secretario general de la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), Ariel Basteiro, los empleados ocuparon dos plantas de las oficinas centrales de Aerolíneas para protestar por la falta de pago de los salarios de marzo y contra la posibilidad de cierre."No vamos a desalojar el lugar, y si se intenta obligarnos a dejar la sede por medio de la fuerza, resistiremos", dijo Basteiro.

æpermil;ste es el escenario que encontrarán Bullrich y Cirielli cuando lleguen hoy a Argentina.

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