Cantábrico crea un comité que evite el vacío de poder en posibles decisiones estratégicas
Cantábrico ha optado por la constitución de un comité de dirección para que, además de gestionar la compañía, analice y asesore a Manuel Menéndez, su presidente, ante posibles e inevitables decisiones estratégicas. Menéndez, presidente de Cajastur, que compatibiliza ambos cargos, no tiene carácter ejecutivo en la eléctrica asturiana, situación que podría ser negativa para la compañía en la etapa que atraviesa el sector.
Así, el consejo acordó ayer constituir un comité de dirección para adecuar la estructura organizativa a los objetivos de la eléctrica asturiana mientras que ha confirmado al actual equipo directivo. Según fuentes de la empresa, este comité estará integrado por Joaquín González Blas, Javier Saénz de Jubera, Felipe Fernández y Marcos Antuña. Sáenz de Jubera se responsabilizará de las áreas de negocios, González Blas se encargará de los aspectos regulatorios y planificación y Marcos Antuña dirigirá el área de los proyectos eléctricos y nuevas inversiones. Por otro lado, Nicanor Fernández será el responsable del staff del presidente y coordinará el comité.
Y es que, además de las negociaciones con la Administración, la toma de una determinación en la puja de los activos que Endesa ha puesto en el mercado puede ser clave para el futuro de la empresa asturiana. Con la compra de la nueva Viesgo duplicaría su tamaño, pero también puede embarcarse en una operación que se ha diseñado de forma que tal vez sólo sea atractiva para una compañía extranjera.
Además, según medios consultados, el Ministerio de Economía agotará el plazo legal para tomar una decisión en firme sobre la suspensión de los derechos políticos de Ferroatlántica (por su acuerdo con la alemana EnBW, que está participada por EdF) y de la portuguesa EDP. De esta forma, hasta mediados de julio se puede alargar la actual situación.
Y aunque la decisión final estará muy marcada por las decisiones que tome Bruselas sobre este tema, en particular, y sobre EdF, en general, Economía negocia mientras con el Gobierno portugués, lo que puede dar ventaja a EDP, que aumentaría su participación.