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ANDALUCÍA

Las almazaras dejan la venta a granel y se lanzan a envasar su propio aceite

Los pequeños productores, unidos en cooperativas o en solitario, se están volcando en comercializar el aceite de oliva, una labor que antes dejaban en manos de los grandes grupos envasadores. Jaén acoge desde ayer la mayor feria del mundo del sector.

Don Korthuis ha viajado desde el Estado de Washington, en la costa oeste de Estados Unidos, hasta Jaén para participar en Expoliva, la feria del aceite de oliva que se celebra desde hace 10 años en la ciudad andaluza.

Korthuis ha venido a promocionar una nueva cosechadora creada por su empresa, Korvan Industries. Una máquina que pretende sustituir al tradicional vareo manual del olivo, tarea que sólo se ha mecanizado en parte, con la introducción de pequeñas vareadoras mecánicas. Es la primera vez que una empresa de la mayor potencia económica mundial, Estados Unidos, participa en la una feria de la mayor potencia oleícola mundial, España.

Pero Korthuis hace gala de su desconocimiento sobre la importancia de Andalucía en este sector: "Sabía que en Jaén hay muchos olivos porque un colega me lo comentó, pero no sabía que fuera la mayor zona productora del mundo", reconoce con toda naturalidad.

La presencia de la estadounidense Kovan en Expoliva, la principal feria mundial del sector, es sólo una muestra del protagonismo que España está tomando en el mercado del aceite de oliva, un mercado que España ha liderado siempre en producción, con un valor de 450.000 millones de pesetas (2.700 millones de euros), pero no en comercialización, terreno aún dominado por Italia, a pesar de que el país transalpino produce la mitad de aceite que España. Sus 500.000 toneladas no son muchas más de las que se extraen tan sólo en la provincia de Jaén.

Junto a la compañía estadounidense, empresas de una treintena de países han acudido a Expoliva, que empezó ayer y terminará este domingo, entre ellos una delegación china y los principales compradores oleícolas japoneses, una presencia internacional que dobla la de años anteriores. Compañías internacionales que vienen a Expoliva, a Jaén, a comprar aceite, porque saben que las empresas españolas, además de producirlo desde siempre, ahora también, y cada vez más, lo envasan y lo venden. Un cambio que están protagonizando, sobre todo, los pequeños productores, esos que hasta hace muy poco vendían su aceite a granel a los grandes envasadores y que hoy compiten con ellos, unidos o en solitario, en los estantes de los supermercados.

Aceites Bañón es un ejemplo. La familia Bañón cultiva olivos desde 1802 en æscaron;beda (Jaén). En 1958 la empresa familiar empezó a extraer aceite, y lo ha estado vendiendo a granel hasta este año. La compañía invirtió el año pasado 150 millones de pesetas (0,9 millones de euros) en una nueva almazara, y esta campaña ha empezado a envasar su aceite y a comercializarlo, incluso a través de Internet.

"Lo hemos hecho todo de golpe, y para eso hasta tuvimos que vender parte de nuestro olivar para financiar la inversión", cuenta Santiago Bañón, cuarta generación de propietarios. Este año esperan vender con su marca 100.000 litros de aceite, la mitad de su producción anual. "Lo venderemos a una media de 380 pesetas el litro [2,28 euros]", 100 más que si se vendiera a granel, "y en cinco años tendremos amortizada la inversión", confía.

Nuevos mercados

La almazara de Aceites Bañón es una de las 1.755 que existen en España, unas fábricas que facturan entre 500 y 1.000 millones de pesetas al año de media. El 75% de ellas envasa y comercializa su propio aceite virgen; si no todo, al menos una parte de su producción, cada vez más creciente. Y el 27% de ellas vende también fuera de España.

Porque la búsqueda de nuevos mercados es el siguiente paso del sector tras la comercialización propia. España produce un millón de toneladas de aceite de oliva, pero sólo consume algo más de la mitad. Como dice el presidente de la Diputación de Jaén, Felipe López, "el reto está en conquistar las cocinas del mundo".

Y es que el aceite de oliva, tan tradicional en España, es bastante desconocido en otros lares. Tan sólo supone el 3% del consumo de aceites en el mundo. "No estamos aún acostumbrados a su sabor", reconoce Masahiro Ogino, responsable de comunicación de la Embajada de Japón en España. "Pero nuestras importaciones de este aceite crecen a ritmos superiores al 100% anual", afirma.

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