Expertos inmobiliarios vaticinan la caída del precio de las oficinas
La palabra crisis empieza a manejarse entre determinados analistas del mercado de oficinas. Consideran que a partir del año que viene y en 2003 se producirá una acusada caída de precios por la salida de los inmuebles ahora en fase de proyecto, lo que colocaría al mercado en una situación similar a la de 1993. Otros prefieren dejar sus previsiones en cambio de tendencia. Opinan que el alto número de edificios en construcción ya prealquilados evitará una situación de dificultad como la vivida hace ocho años.
La crisis de las empresas de nuevas tecnologías puede arrastrar al mercado de oficinas de Barcelona a un descenso de precios similar al que se produjo en 1993, tras la celebración de los Juegos Olímpicos. Según un estudio elaborado por el profesor de Economía de la Universidad de Barcelona, Gonzalo Bernardos, en colaboración con la consultora Forcadell, esta caída de precios no se iniciará, como mínimo, hasta el segundo semestre de este año y, probablemente, no será acusada hasta los años 2002 y 2003, coincidiendo con un importante aumento de la oferta. El origen de esta crisis se encuentra, según este experto, en la euforia con la que las empresas de la nueva economía desembarcaron en Barcelona. "Querían situarse en lugares emblemáticos, pagando precios astronómicos por locales que sobrepasaban sus necesidades", explica.
Desocupación
Con una tasa de desocupación que apenas superaba el 2%, los promotores empezaron a proyectar nuevas áreas de oficinas, "pero cuando estén acabadas ya no harán falta", asegura.
La drástica reducción de costes que las empresas de nuevas tecnologías están empezando a aplicar empezará por sus sedes. Muchas se verán obligadas a "trasladarse a ubicaciones más económicas y otras desaparecerán", como ya ha sucedido en Estados Unidos y en Europa. El World Trade Center o la Torre Mapfre, en la Villa Olímpica, son dos ejemplos de ubicaciones que pueden resultar afectadas, según fuentes del sector, ya que albergan numerosas empresas de nuevas tecnologías (Menta, Telépolis, Eresmas, TiscaliWorldonline, entre otras). Una de las que ha cerrado en Barcelona es Parfumsnet, dejando desocupadas sus oficinas de la céntrica calle de Aribau.
En lo que se refiere al mercado de oficinas de Madrid, el presidente de Intec Consultores, José Barta, opina que este mercado ya ha alcanzado su techo en rentas, que Barta fija en 8.500 pesetas el metro cuadrado. El presidente de Intec Consultores ve hoy muchas similitudes con lo acontecido a principios de los años noventa, los precios alcanzaron sus máximos y los promotores imprimieron mayor velocidad a sus proyectos.
La situación se estaría repitiendo hoy según Intec Consultores, que, sin embargo, advierte un elemento diferenciador. "A principios de los noventa no existían los prealquileres, que hoy representan que el 44% de toda la oferta prevista en Madrid para 2002 esté contratada". Sí ve claro un cambio de tendencia con caída de precios.
Oferta en crecimiento para una demanda que decae
Los expertos aseguran que el detonante de la crisis del mercado de oficinas no será sólo el descenso de la demanda, sino el hecho de que coincidirá con un aumento de la oferta hasta ahora desconocido.
Sólo en el área de Barcelona están en marcha una decena de proyectos que suman un millón de metros cuadrados para oficinas. El proyecto más importante de los que se están llevando a cabo es el llamado 22@, en el distrito de Poble Nou, que supone la transformación de 250.000 metros cuadrados en los que el ayuntamiento quiere concentrar las empresas de nuevas tecnologías.
El grueso de la futura oferta en Barcelona ciudad se reparte entre el parque logístico de la Zona Franca, Diagonal Mar, el Port, la plaza Cerdà, Diagonal Sur y La Maquinista, con 258.000 metros cuadrados más. En el área metropolitana destacan los 145.000 metros cuadrados proyectados en Sant Cugat, 60.000 más entre el aeropuerto y El Prat y 100.000 en Cornellà.
En Madrid, los expertos más pesimistas se refieren a los edificios proyectados en las proximidades de la M-40 como los más sensibles a pagar las consecuencias de un cambio de tendencia en el mercado de oficinas.
Los inmuebles ubicados en el centro, donde por falta de suelo no se produce oferta nueva, quedarían a salvo de una eventual crisis de mercado. También los de zonas próximas, hoy consolidadas.