La huelga de pilotos provoca fricciones en la plantilla de Lufthansa
La tercera huelga de los pilotos de Lufthansa convocada en dos semanas provocó ayer enardecidas protestas no sólo de los pasajeros, sino también del resto de los empleados de la compañía, quienes este año han negociado un incremento salarial del 3,5% que contrasta fuertemente con el 24% que están pidiendo los comandantes de vuelo. En el aeropuerto de Francfort, manifestantes de uno y otro bando se increparon mutuamente. Los pilotos justifican su exigencia con la moderación salarial a la que accedieron en 1992, en pleno saneamiento de la compañía.
Tras la nueva jornada de huelga, que hasta las siete de la tarde había provocado la cancelación de 660 de los 1.100 vuelos programados, la compañía y el sindicato Cockpit acordaron reiniciar "muy pronto" las negociaciones. En la última ronda de conversaciones, Lufthansa había complementado su oferta inicial de un aumento salarial del 10,6% en 2001, con otro 3% a repartirse en los próximos cuatro años. Previendo que la compañía no acceda a sus peticiones, portavoces de Cockpit, sin embargo, volvieron a amenazar ayer con extender la huelga, que hasta ahora se limita a ceses laborales de 24 horas los jueves.
La Bolsa, entre tanto, parece haberse acostumbrado a este conflicto laboral. Las acciones de la compañía ayer incluso subían un 3,4%, hasta los 22,6 euros.