Piëch afirma que blindará a Volkswagen contra una OPA hostil antes de irse

Ferdinand Piëch, que el próximo año dejará la presidencia de Volkswagen, se ha propuesto un último gran reto: "Garantizar que nadie pueda engullir este consorcio sin atorarse", según afirma en una entrevista con la revista Wirtschaftswoche que se publica hoy.

Para Piëch, de 64 años, esta amenaza es muy real: "En vista de las sumas de dinero que se mueven hoy día, se nos podría ver como un apetitoso gusano". El valor de mercado de Volkswagen ronda los 20.000 millones de dólares, mientras que Ford -uno de los eventuales interesados- supera los 50.000 millones (9,4 billones de pesetas).

El austriaco ya se imagina cuál sería la estrategia del ofertante: "Si se separan del grupo la división de servicios financieros y Audi, para venderlos por separado, fácilmente se podría reembolsar lo que el consorcio teóricamente vale en Bolsa".

Para evitar este tipo de tentaciones, Piëch optará por una estrategia acuática: "Vamos a hacer el erizo de mar, porque quien lo traga traga mal".

Aunque el presidente de Volkswagen le reste importancia en la entrevista, la compañía, de hecho, cuenta ya con un caparazón apreciable: una acción de oro que el Estado federado de Baja Sajonia mantiene en la compañía. æpermil;sta, sin embargo, en el futuro podría ser vetada por la CE que se encuentra investigando el asunto.

Otro medio de defensa podría consistir en el control sobre los cuadros directivos: "Si aquí no hay 10 personas clave, éste será un bocado mucho peor para el ofertante hostil de lo que lo han sido las automovilísticas alemanas compradas por los grandes estadounidenses", dice Piëch. También una próxima ampliación de capital y un programa de recompra de acciones, así como eventuales intercambios accionariales con otras compañías podrían dificultar las cosas. La compañía, en todo caso, excluye la salida a Bolsa de Audi.