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INTERNACIONAL

Israel lanza un ataque a gran escala y mata a siete palestinos

El Ejército israelí endureció su ofensiva la madrugada del lunes atacando por tierra, mar y aire objetivos en Gaza y Cisjordania. La muerte de cinco policías palestinos a manos de soldados israelíes desató la ira de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que pidió la convocatoria de una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU.

Oriente Próximo vivió ayer uno de los días de mayor violencia en los siete meses que dura el conflicto que enfrenta a árabes y palestinos. La fuerza aérea y naval de Israel comenzó desde la madrugada a lanzar ataques a gran escala sobre la franja de Gaza y Cisjordania, que dejaron a su paso siete víctimas mortales, cinco de ellas policías, el mayor número de muertos registrado en meses. Además, 15 personas resultaron heridas.

Uno de los edificios más bombardeados fue la sede central de la seguridad de la Autoridad Palestina, un inmueble que se encuentra a sólo 100 metros de la oficina del líder palestino, Yasir Arafat. Entre los objetivos se encontraban, además, estaciones de radio y televisión.

El líder árabe criticó duramente la muerte de los cinco policías palestinos, encontrados por la mañana y que fueron asesinados en un control de carretera. Después de una reunión mantenida con el enviado de la Unión Europea, Miguel Moratinos, Arafat condenó duramente el atentado, que dijo "se trató de una acción sucia e inmoral y no de una operación militar", tras asegurar que cuatro de los cinco fallecidos dormían cuando fueron atacados.

"Israel debe saber que será juzgado severamente por este crimen", advirtió, sin dar más detalles. "También pagarán un alto precio por los bombardeos sobre Gaza por tierra, mar y aire. Estos ataques no mermarán el espíritu valiente del pueblo palestino", añadió.

El atentado contra los policías hizo que el Gobierno palestino enviara una protesta formal a Naciones Unidas y solicitara la convocatoria de una reunión urgente del Consejo de Seguridad, en la que también se evaluarían los bombardeos producidos ayer.

Por su parte, un portavoz del Ejército israelí justificó la violencia de ayer como respuesta a "un número de ataques de mortero sin precedentes contra los asentamientos en Gaza en los últimos cuatro días". Desde el Gobierno, el ministro de Exteriores de Israel, Simon Peres, se reunió con los 15 embajadores de los países de la Unión Europea en Israel, a quienes instó a "adoptar una postura clara y abierta, sin condicionamientos, en lo que respecta al fin del terrorismo palestino, como ha hecho EE UU". "Esa postura puede contribuir más al alto el fuego que los disparos de respuesta israelí".

Desde Washington, el secretario de Estado, Colin Powell, calificó de "muy preocupante" la situación provocada por los enfrentamientos de ayer. En una entrevista con la cadena de televisión CNN, el máximo responsable de las relaciones exteriores de EE UU dijo que el Gobierno de George Bush continuaría "pidiendo a las dos partes que se contengan, que no usen la violencia para resolver los problemas que existen en la región". Powell no hizo ningún comentario sobre la muerte de los cinco policías a manos de las tropas israelíes. Sí se refirió, sin embargo, a la relación del conflicto con Irak, y afirmó que los siete meses de violencia han complicado los controles sobre el desarrollo de armamento de destrucción masiva en dicho país.

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