La afluencia masiva de votantes marca las elecciones generales en Italia
Italia vivió ayer una jornada electoral en la que lo más destacado fue la alta participación, del 80%, y que obligó a prorrogar el cierre de los colegios, previsto para las 22.00 horas. El candidato de la coalición de centro-derecha La Casa de las Libertades, Silvio Berlusconi, aparecía victorioso en los primeros sondeos sobre Francesco Rutelli, líder de la coalición de centro-izquierda El Olivo.
Según los sondeos realizados a pie de urna, Berlusconi se impuso con amplia mayoría sobre Rutelli y consiguió 369 escaños de los 650 del Congreso. En el Senado, la coalición liderada por el líder derechista habría obtenido 179 de los 315 escaños.
La masiva afluencia de votantes y la complejidad del sistema electoral italiano (se votaba con cuatro papeletas) hicieron que la gente tuviera que esperar largas colas para emitir su voto, algo que también afectó a los dos principales candidatos, Rutelli y Berlusconi. El candidato de la derecha votó en Milán y a su salida se mostró satisfecho de haber hecho "todo lo posible para convencer a los italianos" a la vez que se dio su victoria por segura. Rutelli votó en Roma y señaló a su salida del colegio que los italianos "tiene la última palabra. Nosotros ya hemos dicho muchas durante la campaña".
Un total de 49,3 millones de italianos estaban llamados a las urnas para elegir 650 diputados y 315 senadores entre los 5.000 candidatos. Además, se decidía la renovación de los ayuntamientos de más de 1.300 poblaciones, entre las que destacan Roma Milán, Nápoles y Turín.
La ley electoral se basa en un sistema mixto, que combina el modelo proporcional y el mayoritario para designar a los parlamentarios. Un complicado mecanismo que prolongaba el escrutinio de las papeletas hasta pasada la madrugada.
Aunque 186 formaciones se presentaban a los comicios, la campaña electoral ha demostrado que el pulso se libraba entre dos coaliciones: La Casa de las Libertades (en la que se agrupan partidos de derechas, democristianos y la ex secesionista la Liga Norte) y la formación de centro-izquierda El Olivo (en la que convergen fuerzas centristas, ecologistas y herederos del antiguo Partido Comunista).
El protagonismo acaparado por los dos candidatos mayoritarios dejó casi fuera de juego a los otros cuatro partidos más importantes, encabezados por Emma Bonino (Partido Radical), Fausto Bertinotti (Partido de la Refundación Comunista), Sergio D'Antoni (Democracia Europea) y Antonio Di Pietro (Italia de los Valores), que necesitaban un 4% del voto para conseguir representación en las Cámaras.
La votación de ayer puso punto y final a una amarga campaña electoral marcada por las descalificaciones mutuas de los dos principales candidatos y en la que los programas electorales apenas tuvieron cabida. Además, la prensa extranjera y nacional se sumó a las críticas contra Berlusconi, a quien han tachado de "no apto" para asumir el cargo de primer ministro debido a la incompatibilidad de sus numerosos negocios con el liderazgo del Gobierno.
Berlusconi es dueño de la mayor fortuna de Italia, valorada en 11.000 millones de dólares y es el dueño del mayor grupo de televisión privado en Italia, Mediaset.
El líder derechista tiene además cuatro procesos judiciales pendientes, en los que debe responder a los cargos de corrupción a jueces, falsificación de documentos, irregularidades en la contabilidad de Fininvest, y evasión fiscal y violación de leyes antimonopolio en Tele 5.