Los colonos judíos piden venganza por la muerte de dos jóvenes israelíes
La violencia en Israel entra en una espiral incontrolable. Los colonos judíos claman venganza: los cadáveres de dos adolescentes israelíes fueron encontrados ayer en las proximidades del asentamiento de Tekoa, en el distrito cisjordano de Belén.
Aunque la Autoridad Nacional de Palestina (ANP) se apresuró a lamentar la muerte de los dos jóvenes, el primer ministro israelí, Ariel Sharon, no dudó en culpar al líder de la ANP, Yasir Arafat, de las dos muertes y exigió a Palestina que "cese sus actos terroristas y sus continuas incitaciones al asesinato de los israelíes y de los judíos".
La policía israelí afirmó que "no hay duda de que el asesinato tiene razones políticas". En este sentido, un grupo radical islámico reivindicó el asesinato como represalia por la muerte el lunes de una bebé palestina de cuatro meses. Los colonos del asentamiento vecino creen que los autores han sido ladrones de cabras que, al ser descubiertos por los adolescentes, los apedrearon hasta la muerte.
El ministro de Defensa, Ben Eliezer, prometió un duro castigo para los asesinos: "Los cazaremos de uno en uno", afirmó. Las tropas se pusieron ayer en movimiento y arrestaron a 18 palestinos de aldeas cercanas y derribaron un puesto de policía en Gaza.
Además, EE UU criticó ayer la política de Sharon de promover la expansión de asentamientos judíos en Gaza y Cisjordania. "Es una actividad que inflama una situación ya muy volátil", dijo el portavoz del Departamento de Estado, Philip Reaker.